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Tour de Francia 2019

Arranca el Tour de Francia en Bruselas

La edición 2019 del Tour de Francia que arrancó este sábado en Bruselas se presenta más abierta que nunca tras las ausencias de Froome y Demolin. A pesar de estas sensibles bajas, la lista de pretendientes a lucir el maillot amarillo se dispara y con ello las interrogantes para la victoria final.

Los ciclistas Greg Van Avermaet y Xandro Meurisse de Bélgica en la primera etapa del Tour de Francia 2019
Los ciclistas Greg Van Avermaet y Xandro Meurisse de Bélgica en la primera etapa del Tour de Francia 2019 REUTERS/Christian Hartmann
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Poco antes de las 12:30 del mediodía de este sábado, se dio la salida: el pelotón del Tour de Francia  2019 inauguró la ruta de la 106ª edición de la principal prueba ciclista del calendario anual, con una particularidad: el escenario de salida de la primera etapa es la ciudad de  Bruselas y sus alrededores. 
 La salida fue dada por el director del Tour, Christian Prudhomme, después de una ceremonia en la que participó el rey de Bélgica y el mítico exciclista Eddy Merckx.
El monarca belga saludó a los corredores de la primera línea del pelotón en la 
En total fueron 176 los corredores que empezaron este Tour, en el que el galés Geraint Thomas (Ineos) es el defensor del título. Esta primera etapa será de  194,5 kilómetros, en un recorrido que pasa por dos lugares emblemáticos del Tour de Flandes: el Muro de Grammont (km 43,5) y el Bosberg (47,5), pero están situados lejos de la meta, por lo que no serán decisivos.
Tras la primera etapa en línea, el domingo tendrá lugar una contrarreloj por equipos, también en Bruselas.

Tres nombres que echaremos de menos

Más allá de una pretemporada accidentada, de la orografía trazada para este año y de las altas temperaturas que podrían castigar en consecuencia a sus participantes, el Tour de Francia 2019 se presenta como el más abierto de las últimas ediciones tras conocerse las notorias bajas de dos de sus grandes pretendientes. Chris Froome y Tom Dumolin.

El británico se vio obligado a apear la conquista de su quinto “Tour” tras sufrir una fractura en el fémur cuando reconocía el trazado de la contrarreloj en la pasada edición del critérium Dophiné, mientras que el holandés, segundo en el podio de los Campos Elíseos en 2018, renunciaba a su participación tras someterse a una operación se rodilla como consecuencia de un accidente que padeció durante el pasado Giro de Italia.

Froome y Demulin son claros líderes de equipos. Jefes de fila que tienen como objetivo primordial llegar a Paris vestidos de amarillo. Pero no habrá que olvidar otra baja sensible, que a pesar de no luchar por el triunfo en la general, deja vía libre a repartir numerosas etapas en línea que también dan prestigio e incluso justifican la temporada de cualquier equipo modesto. Ahí se encuentra el velocista colombiano Fernando Gaviria, que no llego a recuperarse de la caída que sufrió en la Copa Internacional de Pista que se desarrolló en Cali. La baja de Gaviria supondrá un alivio para otros esprínteres que veían reducidas sus aspiraciones si el cafetero se hubiera presentado en la salida de la capital belga.

Con estos tres descartes. Los nominados al título no se reducen, sino que más bien se amplían, ya que a priori y tras la pretemporada vivida, el nivel de los candidatos llega equilibrado aunque condicionado para algunos ciclistas en especial. Ese es el caso del prometedor y gran esperanza del ciclismo sudamericano, Egan Bernal. El colombiano pertenece a la nueva hornada de ciclistas que piden paso a gritos entre el barullo del pelotón , como también es el caso del holandés Mathieu Van Der Poel , el esloveno Tadej Pogacar o el más joven de todos, al que llaman sucesor del mítico Eddy Merckx y que no estará en la ronda gala , el belga Remco Evenepoel.

Bernal a la sombra de Thomas

Bernal se ha convertido durante los últimos días en gran favorito luego de poner un broche de oro, con la victoria de la vuelta a Suiza, a un inicio de temporada en la que dio buena cuenta de sus grandes condiciones al alzarse con la reputada Paris-Niza, por delante de su paisano Nairo Quintana. Sin embargo, el gran escollo para las cumplir las pretensiones del cafetero se lo encontrará dentro de su propia escuadra ya que tendrá que respetar desde el primer kilómetro de competición los galones del otro jefe de filas en ausencia de Froome, el vigente campeón del Tour Geraint Thomas. Por el momento Bernal tendrá que esperar a la reacción de Thomas en la montaña para conocer sus verdaderas opciones y así preparar el asalto al título.

Quintana entre la espada y la pared

En la misma tesitura que Egan Bernal se encontrará el español Mikel Landa que junto a su compatriota, el experimentado Alejandro Valverde, se presenta como gregario de lujo para ayudar con las labores del colombiano Nairo Quintana.

Para Quintana este “Tour” puede suponer un arma de doble filo ya tendrá menos presión gracias al rumor que generan los nuevos candidatos al título al mismo tiempo qué se encuentra frente a una de sus últimas oportunidades para cumplir ese sueño que ansía desde que explotase como gran figura en el pelotón internacional. Nairo vuelve a contar con un equipo diseñado a su medida para afrontar un Tour que apenas tiene kilómetros de contrarreloj y con una montaña muy bien distribuida que le permitirá mejor que nadie, manejar la lectura de carrera. Nairo no tiene margen al error. La victoria del ecuatoriano Richard Carapaz en el pasado Giro de Italia ha puesto en alerta a un Movistar Team que tampoco quiere dejar escapar de sus filas a este potente valor sudamericano que ya ha sido pretendido por otros equipos.

Francia sigue contando con opciones

Desde que en 1985 Berdard Hinault terminase luciendo el maillot amarillo los franceses han seguido suspirando por celebrar un triunfo local que les permita sacar pecho de uno de los eventos internacionales más conocidos y que sigue siendo orgullo patrio. Esa misión será encomendada una edición más al complidor Romain Bardet que tras subirse al podio en dos ocasiones (Segundo en 2017, Tercero en 2018) esta vez se ha preparado a consciencia cada uno de los 3.480 km que conforman esta edición del Tour de Francia. El subcampeón del mundo es otro de los favorecidos por la aumentación de cuestas en el trazado. En caso de que no diese su mejor nivel los seguidores locales guardan una bala en la recamara por si hubiese que apoyar al imprevisible Thibaut Pinot, eterno aspirante al cielo de Paris que llego a ser tercero en 2014.

El año de la confirmación para Fuglsang

El danés Jakob Fuglsang será otro de los nombres ineludibles de la ronda gala. A sus 34 años llega en plena madurez y luego de haber firmado su mejor temporada con la victoria entre otras de la Vuelta a Andalucía, la clásica Lieja-Bastoña-Lieja y la antesala del Tour, el critérium de Dauphiné.

Fuglsang tendrá el Astana a sus pies para asumir la gran oportunidad que supone la falta de un claro líder en la Grand Boucle como también reservan sus cartas el mas que competitivo británico Adam Yates y el experimentado italiano Vincenzo Nibali, quien siempre da la cara cuando se trata de una gran cita.

Para completar el póker de ases que suponen ser Yates , Nibali y Fulgsang habría que incluir al holandés Steven Kruijswijk , que tiene como objetivo alcanzar el podio luego de su amargo cuarto puesto el año pasado en el Tour y la Vuelta.

Hagan sus apuestas. Thomas, Bernal, Quintana, Landa, Yates, Fulgsang, Nibali, Bardet, Pinot, Kruijswijk… entre ellos probablemente podría estar el próximo vencedor de la ronda gala. El abanico de favoritos se muestra amplio. Por lo que a pocas horas de que comience la carrera...no hay patrón que mande en el Tour.

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