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Según los últimos datos proporcionados, se agudiza la crisis brasileña. La crisis política viene a complicar aún más la toma de decisiones.

Dilma Rousseff, la presidenta brasileña.
Dilma Rousseff, la presidenta brasileña. REUTERS/Ueslei Marcelino
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A comienzos de este mes y según cifras oficiales, la economía brasileña se contrajo un 1,7%, una caída más fuerte de lo previsto y que viene a profundizar una crisis de la que, por el momento, no se vislumbra el fondo.

La séptima economía mundial llegó a pesar en 2011 el 43% del PIB total de América Latina. Un gigante con pies menos sólidos de lo que se suponía.

Víctima de la caída de precios de las materias primas, su crecimiento se vio reducido desde 2011, y en 2012 sus exportaciones se redujeron un 25%, amputando al país de cerca de un 3,5% de su PIB.

Un contexto al que ahora ha venido a sumarse la crisis política, ensombreciendo aún más el panorama.

Entrevistados: Olivier Dabène, profesor del Instituto de Ciencias Políticas de París, Istvan Kasznar, profesor de la Fundación Getulio Vargas, Jean Hébrard, director del Centro de Investigaciones sobre Brasil en la Escuela de Altos Estudios de Ciencias Sociales de París, Laurent Delcourt, sociólogo del Centro Tricontinental de Lovaina en Bélgica, y Jaime Marques Pereira, profesor de Economía en la Universidad de Picardía.
 

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