El sistema de pensiones es uno de los desafíos económicos de los gobiernos de América Latina. Tradicionalmente, han sido regímenes de beneficios administrados por el sector público, donde básicamente las pensiones de los trabajadores jubilados se pagan con las contribuciones de los activos. Chile estableció en los años 80 un sistema privado basado en la capitalización individual, considerado hoy en día como un fracaso.