América Latina ahorra "poco y mal", así podría resumirse el reciente informe elaborado por el BID presentado recientemente en Madrid y París, una carencia que impide a la región alcanzar mayores niveles de crecimiento.

El ahorro representa un 17% del PIB, aunque se trata de un promedio puesto que existen disparidades. Los hogares son fuente de un 35% del ahorro, las empresas por su parte contribuyen con un 60% y los gobiernos con un 5%.

Esta crisis del ahorro implica dificultades para obtener los recursos necesarios para dotarse de infraestructuras imprescindibles e impulsar el desarrollo.

La estabilidad macroeconómica, la mejora de las regulaciones y la inversión en infraestructuras son algunos de los elementos que el informe contempla para mejorar el ahorro por parte de las empresas.

Sobre el ahorro para las jubilaciones, el informe destaca la necesidad de incorporar reformas que lo hagan sostenible frente al envejecimiento ineluctable de la población, integrando por ejemplo una mayor cantidad de gente que aporte al sistema.

El peso del sector informal en la actividad económica representa además un gran desafío.

En todo caso, el asunto central e ineludible, según el BID, será de elevar los niveles de ahorro para afrontar los retos del futuro.

Entrevistados: José Juan Ruiz, economista jefe y gerente del Departamento de Investigación del BID, Eduardo Cavallo, economista líder en el Departamento de Investigaciones del BID y coautor del informe, y Tomás Srebrizky, asesor económico en el Departamento de Infraestructuras del BID y coautor del informe.