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La Unión Europea y China acordaron hacer del 2018 el "Año del Turismo Unión Europea-China". Más de 122 millones de chinos viajaron al extranjero en 2016. Atraer 25 millones de turistas chinos a la UE en los próximos años el gran desafío.

Trabajadores instalan linternas rojas con motivo de la fiesta del Nuevo año lunar en China, donde el festival de primavera es una de las atracciones turísticas en Linyi, provincia de Shandong,  enero de 2018.
Trabajadores instalan linternas rojas con motivo de la fiesta del Nuevo año lunar en China, donde el festival de primavera es una de las atracciones turísticas en Linyi, provincia de Shandong, enero de 2018. REUTERS/Stringer
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En una iniciativa sin precedente los 28 países miembros de la Unión Europea y China lanzaron en enero pasado el Año del Turismo Unión Europea-China. Antes de esta iniciativa cada país de la Unión ha intentado atraer por su cuenta a los turistas provenientes del gigante asiático, un mercado que dispone de una fuerza exponencial.

Según cifras de la Organización Mundial del Turismo (OMT), Francia, España e Italia ocuparon el primero, tercer y quinto lugar entre los 10 países del mundo que más turistas extranjeros recibieron en 2016. Pero 90% de los turistas de Europa vienen de los estados miembros de la Unión Europea. La demanda de viajes a Europa de turistas chinos ascendió a 12,8 millones ese año, pero el objetivo es superar los 21 millones de viajeros de ese país dentro de 5 años.

Para alcanzar ese objetivo muchas cosas deben cambiar en Europa. En primer lugar el sistema de demanda y otorgamiento de visa, muy complicado y que necesita el desplazamiento del solicitante, cuando que otros países de destino la dan a la entrada y por períodos que pueden durar hasta 10 años. Otra limitante es la conectividad. Si las principales ciudades europeas son de fácil acceso, otras muchas no cuentan con los medios para recibir millones de turistas. Desenclavar esas ciudades debería ser una prioridad, afirma Eduardo Santander, Director Ejecutivo de la Comisión Europea de Turismo.

“Los chinos son personas muy curiosas; aunque les gusta mucho conocer cosas les gusta conocer el mundo. Lo primero que les puede atraer de Europa es el paisaje, después la cultura y después, naturalmente, las compras”, destaca por su parte Alfredo Pastor, Profesor Emérito de Economía de la Universidad Autónoma de Barcelona, especialista en economía china.

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