Carlos Ghosn espera el fin de su reino en una celda aislada
El consejo de administración del gigante automovilístico Nissan se reúne para destituir a su emblemático presidente Carlos Ghosn, detenido en Tokio por presunta malversación, un declive hasta ahora inimaginable para el hombre que salvó al constructor japonés.
Primera modificación:
Con Frédéric Charles y Gonzalo Robledo, corresponsales de RFI en Tokio
El reinado de Carlos Ghosn al frente de Nissan está a punto de terminar. El viernes tras una junta del segundo fabricante japonés del motor, se espera el anuncio de la destitución del ejecutivo que llegaría como su salvador en 1999.
Ghosn se encuentra detenido antes de ser inculpado y, siguiendo la normativa japonesa, su custodia podría durar 23 días. La que se perfila como la noticia corporativa del año, tiene detrás una investigación de varios meses suscitada por una denuncia al interno de Nissan.
El ejecutivo brasileño de origen libanés había dejado de declarar cerca de la mitad de su compensación y ocultó un total de unos 30 millones de euros en pagas extraordinarias con el argumento de que esa información era privada, según la prensa japonesa.
Pero aunque los delitos financieros parecen incontestables, detrás de la persecución de Ghosn estaría la estrategia de Nissan para preservar su independencia a como diera lugar.
Sacar al sol sus estafas podría poner freno a la absorción de Nissan por parte de Renault, una jugada que según algunas fuentes niponas, estaría gestando el hasta hoy admirado ejecutivo.
Aislado y con una comunicación muy restringida
Entretanto, Carlos Ghosn sigue recluido en un centro de detención en el norte de Tokio. Está solo en su celda, con vistas a un patio interior rodeado de vallas. Tiene derecho a tres comidas al día, pero sus contactos con el mundo exterior son muy limitados. No tiene derecho a recibir una llamada telefónica o un correo electrónico. La policía contacta a su abogado en su nombre.
Durante la semana tiene derecho a una visita diaria, de uno o más familiares, durante un máximo de quince minutos. La conversación debe ser en japonés y esto es un problema porque Carlos Ghosn habla poco japonés y su esposa Carole no habla una palabra del idioma local.
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