El ex brazo político de ETA crea un partido que rechaza el terrorismo
La izquierda vasca heredera de Batasuna presenta públicamente los estatutos de un nuevo partido que "rechaza la violencia o la amenaza en cualquier forma” del grupo separatista armado. El Ministerio del Interior de España tiene 20 días para aceptar o no la inscripción del nuevo partido. Batasuna fue ilegalizada en 2002.
Primera modificación:
El grupo separatista armado ETA pierde el apoyo de su brazo político, Batasuna, organización que hasta ahora utilizaba para dotarse de apoyo social y llevar su ideal independista vasco a las instituciones políticas. La nueva izquierda abertzale (cercana a Batasuna) ha presentado este lunes los estatutos de un nuevo partido que "rechaza la violencia o la amenaza en cualquier forma de ETA", sin renunciar al independentismo.
El nuevo líder de la izquierda abertzale, Rufi Etxeberria, y el abogado Iñigo Iruin, han presentado junto a una amplia representación del mundo abertzale los principios legales que regirán a la nueva formación política, en un paso que consideran clave para que la paz llegue al País Vasco. Etxeberria ha asegurado que este paso "no es prestar un disfraz a ETA" sino que está ligado a "un punto de inflexión" en el debate interno del independentismo radical vasco.
Presentarán la nueva formación en el Ministerio del Interior de España mañana, con la esperanza de que su formación sea legalizada. Sus estatutos han sido desgranados por Iñigo Iruin, que ha desmarcado a la organización de ETA como nunca antes lo había hecho el mundo abertzale. “En la estrategia independentista y socialista de nuestro proyecto político y organizativo no hay cabida para forma alguna de actuación violenta ni para conductas que le sirvan de complemento y apoyo político”, ha dicho Iruin.
Pero ha ido más allá y ha nombrado específicamente a la banda terrorista en su rechazo a la violencia: “El nuevo partido desarrollará su actividad desde el rechazo de la violencia como instrumento de acción política o método para el logro de objetivos políticos, cualquiera que sea su origen y naturaleza; rechazo que, abiertamente y sin ambages, incluye a la organización ETA, en cuanto sujeto activo de conductas que vulneran derechos y libertades fundamentales de las personas”.
El Gobierno tiene 20 días para decidir si acepta legalizar el nuevo partido
Ahora la pelota está en el tejado del Gobierno y la justicia española. Batasuna fue ilegalizada en 2002, en base a la Ley de Partidos aprobada ese año. Fue el juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón quien decretó en agosto de ese año la suspensión total de las actividades de Batasuna. Tras varios recursos, el Tribunal Supremo ilegalizó a la formación por considerarla "parte de ETA". El Tribunal de derechos humanos de Estrasburgo ratificó la legalidad de la condena.
Ahora, la ruptura con ETA cambia el panorama y habrá que esperar para conocer si es un paso suficiente para que Batasuna vuelva a las instituciones. "Ante la comunidad internacional, los medios de comunicación y la sociedad vasca, la izquierda abertzale demanda su legalización", ha dicho Etxeberria al final de su discurso.
Las próximas lecciones municipales y autonómicas en España son en mayo, el tictac del reloj para conocer si su petición es atendida ha comenzado a andar: el Ministerio del Interior tiene un plazo de 20 días a partir de la presentación de la documentación para realizar la inscripción o notificar a la fiscalía si hubiera indicios de ilicitud penal.
Presiones políticas para no aceptar la legalización
Ningún miembro del Gobierno de España ha comparecido para adelantar una postura oficial ante el anuncio de la izquierda abertzale, pero la oposición ya ha comenzado a presionarle para que no acepte la legalización.
El principal partido de la oposición, el conservador Partido Popular, ha quitado valor a que Batasuna rechace o no la violencia: "Estamos ante un supuesto de sucesión, contemplado en la Ley de Partidos", ha expuesto su secretaria general, María Dolores de Cospedal.
Cospedal ha considerado en una entrevista a radio Cope que "cualquier intento de aparentar que se es una cosa distinta no vale" por lo que espera que Fiscalía General y Abogacía del Estado rechacen el nuevo partido. Cree indiferente que los nuevos estatutos condenen la violencia porque "hay un pasado de terror" que los invalida.
No piensa de la misma forma el Partido Nacionalista Vasco, quien a través de su presidente, Iñigo Urkullu, ha dejado claro que apuesta por legalizar a la nueva Batasuna. “El PNV no entendería un rechazo a la nueva Batasuna si cumplen la ley, las sentencias y los requisitos", ha declarado.
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