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Crisis migratoria en Europa

Los europeos cierran las puertas a los refugiados hiriendo de muerte a Schengen

Suecia se prepara para expulsar a 80.000 demandantes de asilo y Dinamarca acaba de sellar una ley para confiscar los bienes de los refugiados. Seis países han reestablecido los controles en sus fronteras mientras Bruselas da un ultimátum a Grecia para frenar el paso de los migrantes hacia el norte de Europa. Si no se consigue contener el flujo, la Comisión europea anuncia que la suspensión de la libre circulación de personas se extenderá por dos años.

Seis países han restablecido los controles en sus fronteras para frenar el flujo migratorio.
Seis países han restablecido los controles en sus fronteras para frenar el flujo migratorio. Reuters
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Los refugiados ya no son los bienvenidos en Europa. Después de las declaraciones de la canciller Angela Merkel del pasado verano abriendo las puertas de Alemania a las personas que huían de las guerras en Siria e Irak, los vientos han cambiado de rumbo. Como si fuera un juego de dominó, los países del viejo continente van cayendo unos tras otros con nuevas leyes para disuadir a los demandantes de asilo.

El último en sumarse ha sido Suecia, país con gran tradición de acogida a extranjeros a lo largo de la historia. Pero se acabó el aperturismo. Acorralado por la opinión pública que considera que el gobierno socialdemócrata es incapaz de gestionar la crisis, el ministro de Interior, Anders Ygeman, anunció que se van a expulsar a entre 60.000 y 80.000 personas a las que se ha denegado la solicitud de asilo, una cifra que supone la mitad de las 163.000 que la pidieron.

Las leyes anti refugiados de Dinamarca

En Dinamarca, pese a las críticas de parte de sus socios europeos y de las ONGs, el gobierno ha dado un paso más para frenar la entrada de inmigrantes. La policía podrá registrar y confiscar el dinero y los bienes de los migrantes por un valor de 1.450 dólares. Con esta ley que el Washington Post comparó al expolio de los judíos durante la Segunda Guerra Mundial, Dinamarca corona una serie de medidas adoptadas en los últimos meses para hacerse menos atractiva a ojos de los migrantes como la reducción de ayudas sociales, el endurecimiento de las condiciones de residencia e incluso el anuncios disuasorios en la prensa de algunos países árabes.

Otros países también están reduciendo el número de migrantes que están dispuestos a recibir. Polonia que se había comprometido a recibir 7.000, con el nuevo gobierno conservador ha revisado la cifra. Ahora ya sólo quiere recibir a 100.

Schengen, tocado y … hundido

Lejos quedan ya las fotografías de Angela Merkel enarboladas en manifestaciones en Siria o Irak como una Santa. La locomotora de Europa, que se ha convertido en el segundo destino mundial más solicitado por los inmigrantes, solo por detrás de Estados Unidos, recibió 300.000 peticiones de asilo en 2015 pero no va a repetir este 2016. Desbordada por la llegada de migrantes, Berlín decidió reestablecer el control en sus fronteras.

Ya son seis los países que han suspendido temporalmente Schengen, la libre circulación de personas, espacio que forman 26 países y gran logro del viejo continente. Se trata de Alemania, Francia, Dinamarca, Noruega, Suecia y Austria. “Si no logramos garantizar la seguridad de las fronteras exteriores de la UE, esto es la frontera entre Grecia y Turquía, las fronteras exteriores se desplazarán hacia Europa central", dijo la ministra de Interior austríaca, Johanna Mikl-Leitner que no se cree que “la marina griega no tenga suficientes capacidades para asegurar su frontera” con Turquía.

Todos contra Grecia

Todas las miradas se vuelven a voltear hacia Grecia, cuyos mares siguen escupiendo cadáveres de personas que huyen de Siria, Irak o Afganistán. Ahogada por la crisis económica y las políticas de austeridad impuestas por sus socios, Atenas que no levanta cabeza, tiene que volver a ponerse de pie y controlar sus fronteras, según Bruselas, so pena de ser suspendido del espacio Schengen. Sin embargo, la situación en las costas griegas es desesperada y los griegos rechazan que no estén haciendo nada. “¿Hay que que dejar que los migrantes se ahoguen?”, se preguntaba indignado el ministro griego de política migratoria, Ianis Mouzalas.

A estas alturas, nadie sabe cómo salvar Schengen o si ya se ha ahogado en las costas griegas. La ley europea prevé su suspensión por seis meses en circunstancias excepcionales y si la Comisión lo considera necesario, se puede alargar por dos años. En 2015, más de un millón de migrantes llegaron a la Unión Europea, 3.500 murieron o desaparecieron en naufragios.

Aumenta la cifra de refugiados en el mundo

Dicen que se trata de la peor crisis migratoria desde la Segunda guerra mundial. Según ACNUR, la agencia de la ONU para los refugiados, el número de refugiados en el mundo ha superado los 20 millones por primera vez en 1992.

Bruselas emplaza a los países europeos a cumplir los compromisos para enfrentar la crisis migratoria. Entre ellos está el registro de los migrantes que llegan, el reenvío a sus países de los migrantes llamados “económicos” y el reparto entre los miembros de la UE de los refugiados por cuotas, así como la participación financiera a un fondo para Turquía con el objetivo de que contenga el flujo en sus fronteras.

Justamente, según la ONU, Turquía es el mayor país de acogida del mundo con 1,84 millones de refugiados en su territorio, aunque es Líbano el país con más refugiados por cápita, 209 por cada 1000 habitantes.

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