Fricción entre Alemania y Grecia por un aguinaldo a los jubilados
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Los acreedores europeos, liderados por Alemania, suspendieron las medidas concedidas el pasado 5 de diciembre para aliviar, ligeramente, la deuda pública de Grecia. La sanción llega luego de que Atenas anuncie el desembolso de 617 millones de euros para los jubilados más vulnerables.
La navidad griega se anuncia nuevamente dura. En medio de fuertes tensiones sociales, el gobierno del primero ministro griego, Alexis Tsipras, logró que el parlamento apruebe una medida para aliviar la vida de los jubilados de bajos ingresos para que cada uno reciba 300 euros en un pago único y extraordinario.
A pesar que Tsipras dijo que los fondos provendrán de un superávit fiscal, los acreedores, liderados por Alemania, dicen que la decisión genera "importantes preocupaciones".
"Alemania quiere mostrar que controla todo. Es un problema político de control, no es económico", dice el economista griego Kostas Vergopoulos, profesor de la Universidad de París VIII. "Porque la Comisión Europea y el FMI están de acuerdo que la medida del Tsipras no tendrá ningún impacto sobre el programa establecido de común acuerdo con el Eurogrupoy los acreedores porque es un monto mínimo que se les da a los jubilados. Entonces no tendrá efecto sobre los servicios de la deuda."
La deuda pública griega acumula más de 315.000 millones de euros, alrededor del 180% del Producto Interno Bruto del país que ya lleva más de seis años de rescates financieros a cambio de recortes.
La queja de Alemania, que en 2017 celebrará unas cruciales elecciones legislativas, no encontró eco. Tanto el Banco Central Europeo como la Comisión Europea estimaron que la ayuda social anunciada por Tsipras no debería cambiar de manera significativa los objetivos presupuestarios para los dos próximos años.
"El frente de la austeridad se ha quebrado", dice Jesús Castillo, especialista en Grecia en el banco francés de inversiones Natixis. "Por un lado está Alemania, que sigue en una posición firme. Por otro, el FMI que dice que los objetivos de superávit que le han fijado a Grecia son insostenibles. Y también está Francia que dice que hay que aliviar un poco la austeridad en Grecia porque no tiene sentido mantener por tanto tiempo tanta presión sobre un país. Si al final no recupera el crecimiento, no podrá pagar su deuda."
La crisis ha golpeado duramente a Grecia que tiene el mayor número de desempleados de la zona euro con un 23,4%, muy superior a la media de 9,8%.
"Vamos a respetar integralmente nuestro acuerdo con los acreedores, pero vamos a defender con todas nuestras fuerzas la cohesión social", dijo Tsipras.
"Pienso que al final tendrá que dar un paso atrás Alemania. Porque la Comisión Europea está a favor de mantener las medidas para aliviar la deuda a Grecia aunque sea algo mínimo. Es un compromiso que tienen desde hace mucho tiempo", dijo Castillo. "Además el gobierno griego necesita demostrar que la fase más difícil de la austeridad se ha acabado. Nadie tiene interés que caiga el gobierno. Hoy nadie quiere una crisis política en Grecia."
Más allá de los desacuerdos entre los gobiernos, la asociación de jubilados griegos rechazó la ayuda extraordinaria, de 300 euros, por considerarla insignificante.
Por otra parte, Tsipras también anunció que se realizarán recortes fiscales, como una baja del Impuesto al Valor Agregado, a las islas del Egeo adónde llegaron miles de migrantes. Esa medida todavía no fue debatida por el parlamento griego.
Entrevistados:
- Jesús Castillo, especialista en Grecia en el banco francés de inversiones Natixis.
- Kostas Vergopoulos, economista griego y profesor de la Universidad de París VIII.
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