Felipe VI pide al estado defender el orden constitucional en España
En cadena pública excepcional el Monarca trató de antidemocráticas a las autoridades catalanas que organizaron el referendo de independencia de este domingo. Y pidió al gobierno restaurar el orden constitucional del Estado.
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Mientras en Cataluña 700 mil personas adherían al paro nacional convocado por los sindicatos para protestar por la violencia policial de este domingo durante el referendo de autodeterminación, en Madrid el rey Felipe VI venía en apoyo del cuestionado gobierno de Mariano Rajoy: "es responsabilidad de los legítimos poderes del Estado asegurar el orden constitucional y el normal funcionamiento de las instituciones", dijo el monarca en un mensaje televisado y su primera reacción a los sucesos del domingo en Cataluña.
Felipe VI dijo que "determinadas autoridades de Cataluña, de una manera reiterada, consciente y deliberada, han venido incumpliendo la Constitución y su Estatuto de Autonomía". Y agregó que con esas "decisiones han vulnerado de manera sistemática las normas aprobadas legal y legítimamente, demostrando una deslealtad inadmisible".
El rey también tuvo palabras para los catalanes contrarios a las últimas decisiones de su Gobierno: "No estáis solos, tenéis nuestra solidaridad y la garantía del Estado de Derecho". El monarca aludió además a la incertidumbre que han proyectado en Cataluña las decisiones que han ido tomando el Govern y el Parlament: "tienen todo el apoyo y la solidaridad del resto de los españoles, y la garantía absoluta de nuestro Estado de derecho en la defensa de su libertad y de sus derechos”, dijo buscando tranquilizar a esa parte de la población.
El discurso excepcional de Felipe VI es el primero con carácter institucional emitido por televisión al margen del tradicional discurso de Navidad. España vive uno de los momentos más críticos de su historia desde el golpe de Estado del 23 de febrero de 1981. En ese momento fue su padre, el Rey Juan Carlos, quien utilizó el mismo proceder que repitió tras los atentados del 11 de marzo de 2004, a la muerte de Adolfo Suárez y para anunciar su abdicación en 2014.
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