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Unión Europea

Cumbre de la UE: los europeos no logran un acuerdo sobre la inmigración

Los representantes de los países miembros de la Unión Europea están reunidos en Bruselas para discutir sobre la reforma de la zona del euro y el Brexit. El jueves por la noche los dirigentes europeos evocaron las cuotas para dar asilo a refugiados en la UE.

El presidente francés, Emmanuel Macron, y la Canciller alemana, Angela Merkel, durante la foto de grupo en el lanzamiento de la "cooperación estructurada permanente" en Bruselas, Bélgica, el 14 de diciembre de 2017.
El presidente francés, Emmanuel Macron, y la Canciller alemana, Angela Merkel, durante la foto de grupo en el lanzamiento de la "cooperación estructurada permanente" en Bruselas, Bélgica, el 14 de diciembre de 2017. REUTERS/Yves Herman
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Dos años después del pico de llegadas de migrantes a las costas europeas, las divisiones abiertas en el seno del bloque con las cuotas obligatorias de acogida de refugiados se mantienen, especialmente entre países del oeste y del este del bloque.

El debate en la cena a puertas cerradas en el primer día de la cumbre en Bruselas no dio origen a conclusiones escritas.

Los europeos siguen intentando pactar una respuesta duradera a este fenómeno, "un largo proceso que logró, con todo, resultados", según una fuente europea.

"El debate fue encendido porque las divergencias son grandes", reconoció el primer ministro holandés Mark Rutte.

La canciller alemana, Angela Merkel, máxima defensora de la acogida de refugiados al inicio de la crisis, dijo que "los puntos de vista de unos y de otros no han cambiado" y constató que va a ser necesario "seguir trabajando".

Con una menor presión migratoria en suelo europeo, que se trasladó al norte de África, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, propuso en su carta de invitación a los líderes una discusión "franca" sobre migración, sin conclusiones y a puerta cerrada.

Tusk busca mantener la unidad de los líderes en plena negociación del divorcio con Reino Unido y cuando la complicada reforma del reglamento de Dublín, en virtud del cual el primer país que pisa un migrante debe hacerse cargo de su solicitud de asilo, está atascada.

"Las cuotas dividieron realmente a la UE, debemos ser prudentes en el futuro", dijo el primer ministro eslovaco, Robert Fico, cuyo país forma parte de Visegrado, un grupo de Estados de la ex órbita soviética opuestos a acoger migrantes.

La llegada de cientos de miles de migrantes, entre ellos sirios huyendo de la guerra en su país, desde 2015 a las costas de Grecia y, posteriormente, a las de Italia motivó que la UE derogara parcialmente sus reglas migratorias instalando un plan de reparto.

Este plan de reubicaciones basado en un sistema de cuotas permitió trasladar entre los países europeos en sus dos años de vigencia 32.000 solicitantes de asilo que llegaron a las costas de Italia y Grecia, del objetivo inicial de 160.000.

Ante el rechazo de algunos países del Este a acoger refugiados, Bruselas decidió tomar cartas en el asunto y el pasado jueves llevó ante la justicia europea a República Checa, Hungría y Polonia por no cumplir sus cuotas.

La canciller alemana, Angela Merkel, había reafirmado a su llegada a la cumbre que no debería haber una "solidaridad selectiva" entre países.

"Cada uno debe poner de su parte para encontrar las buenas convergencias", apuntó el mandatario francés, Emmanuel Macron, para quien, en referencia a la reforma de la política migratoria, "se necesita expresar solidaridad pero sin caer en bloqueos".

Con AFP.

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