El pulso por la inmigración entre Merkel y sus aliados pone en jaque al gobierno
El futuro político de Angela Merkel en Alemania estaba en juego este jueves por la rebelión del ala derecha de su gobierno sobre la política migratoria, encarnada por su ministro del Interior, Horst Seehofer.
Primera modificación:
Con Sergio Correa, corresponsal de RFI en Berlín
Hasta hace poco el partido conservador bávaro CSU era un obediente socio de los democratacristianos alemanes de Merkel, pero en este último gobierno de coalición su principal figura Horst Seehofer pidió y logró llevarse la decisiva cartera de ministro del interior.
Desde aquí, Seehofer ha comenzado una lucha ya vieja contra Merkel y el primer punto de su ataque ha sido justamente el punto débil de Merkel: su política de asilo, ampliamente discutida en los sectores más conservadores.
Seehofer creó a espaldas de Merkel un plan propio para rechazar la entrada a cualquier refugiado en Alemania si antes ha estado registrado en otro país europeo, una medida que también legalmente es muy discutida.
El ministro Seehofer ha amenazado con imponer sus medidas pasando por encima de Merkel, que ahora se ve en un dilema: aceptar lo que pide su ministro, negociar con él o simplemente despedirlo.
La cámara baja del parlamento, el Bundestag, suspendió su sesión a media jornada del jueves para permitir celebrar reuniones de crisis de los diputados, en principio aliados, cristiano-demócratas (CDU) de la canciller en el poder desde hace 12 años, por una parte, y los de la CSU de Bavaria, muy conservadores, del ministro del Interior Horst Seehofer, por otra.
Ambos movimientos son los principales protagonistas de este conflicto tras la decisión de Merkel el domingo de bloquear un proyecto de reforma de la política de asilo presentada por Seehofer.
Todas las opciones son posibles, pero despedir a este ministro que representa al partido que es el socio político de Merkel significaría probablemente el desmorone de esta coalición que tanto ha costado a este país.
El conflicto entre Merkel y Seehofer se remonta a la apertura del país a los migrantes en 2015.
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