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Enfoque Internacional

Alemania: "La extrema derecha se beneficia de este debate sobre refugiados"

Primera modificación:

Angela Merkel logró salvar in extremis su gobierno pero sigue en la cuerda floja. La canciller alcanzó un acuerdo con el ministro del Interior y líder del partido conservador bávaro, Horst Seehofer, para reducir el número de solicitantes de asilo. Pero el tercer aliado de la coalición gubernamental alemana, el partido socialdemócrata (SPD), aún debe dar su visto bueno. Análisis con Franco Delle Donne, consultor en comunicación política y autor del libro 'Factor AfD: el retorno de la ultraderecha en Alemania'.

La canciller Angela Merkel y el ministro del Interior, Horst Seehofer, el 3 de julio de 2018.
La canciller Angela Merkel y el ministro del Interior, Horst Seehofer, el 3 de julio de 2018. REUTERS/Hannibal Hanschke
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RFI: ¿En qué consiste este pacto entre Merkel y la CSU?

Franco Delle Donne: Merkel no quería que se lleva adelante esta propuesta de su aliado de Baviera, Horst Seehofer, que decía que había que expulsar a los refugiados que ya se hubiesen registrado en otro país de la Unión europea previamente, y que eso debería funcionar de forma automática. Merkel quería evitar esto porque quería encontrar una solución europea, es decir que el resto de los Estados miembros estuviesen de acuerdo con esta idea. Y ese es más o menos el arreglo al que se llegó este lunes a la noche.

Se van a construir "centros de tránsito" a los cuales van a ser dirigidos los refugiados que crucen la frontera entre Alemania y Austria. En este lugar se va a comprobar si estos refugiados fueron registrados ya como personas solicitando el asilo en otro país de Europa. Puede ser Italia, España, Grecia. Cuando se determine que sucedió, se establecerá contacto con el país correspondiente y se pondrían de acuerdo que pasaría con esta persona, es decir si va a volver a ese país o si se queda en Alemania.

El problema de este arreglo es que es demasiado abstracto. No está claro que ninguno de los países, por ejemplo, Grecia, Italia o España, efectivamente acepte esta idea. No está claro tampoco que Austria acepte esta idea. Y por último y principalmente no está claro que el tercer partido de esta coalición de gobierno, el social-demócrata también este de acuerdo con esta idea.

¿Justamente cómo puede reaccionar el SPD? Hay una reunión este martes por la tarde entre los tres partidos de la coalición...

El partido social-demócrata está en un dilema grave porque ahora tendría que aceptar algo hace al menos un año había rechazado. Desde el punto de vista ideológico, el partido, especialmente su ala más de izquierda, no quiere aceptar la construcción de estos centros de tránsito en la frontera alemana. Sería desdecirse y eso generaría decepción en su propio electorado, pérdida de credibilidad que ya la tiene bastante dañada, y por consiguiente un impacto negativo en las intenciones de voto.

Sin embargo, el SPD tampoco está en condiciones para ponerse duro para negociar. Hoy en día las intenciones de voto de los sociales demócratas son de entre 16 y 19%, es decir peor que lo que sacaron en las legislativas de septiembre pasado. Eso quiere decir que, si ellos se pusieran muy duros y cayese la coalición gubernamental, habría elecciones pronto y el SPD estaría aún peor que ahora.

¿Este pacto de Merkel marca el fin de su política de apertura hacia los migrantes?

Yo no estoy seguro que haya habido una política hacia los refugiados. Ha habido intenciones, hemos visto como Merkel dijo la famosa frase" Wir Schaffen das" (Lo lograremos) e aquel verano de 2015. Y después se establecieron políticas de control y mayor vigilancia en algunas fronteras, etc.

El punto es que no veo que haya una política concreta de Merkel.

Hubo un atisbo de inicio de solución en la última cumbre europea en la que salió esta foto de Merkel con el nuevo presidente español, Pedro Sánchez, y el primer ministro griego Alexis Tsipras. Se veía como dos países de la periferia europea, más pobres que Alemania, le tiraban un salvavidas para que no caiga su gobierno y aceptaban tener esta especie de convenio con Alemania para el tema refugiados. El tema es que en medio esta Italia que no tiene la misma posición. Y está Austria que también tiene un gobierno de centro derecha aliado con la ultraderecha. Así que Merkel tiene varios problemas para resolver si quiere lograr esta solución europea.

Este consenso con sus aliados de gobierno me parece que termina dañando a todas las partes. El partido de Baviera que podría decir que logró controles más estrictos en realidad generó un conflicto gubernamental que lo ha dañado de cara a la opinión pública. Y Merkel da la sensación de haber cambiado y de haberse puesto más dura con el tema refugiados. Yo creo que está en la misma línea, lo que quería evitar es una decisión unilateral por parte de Alemania.

La extrema derecha, en cambio, se beneficia de este pacto al ver confirmados sus reclamos de más restricciones...

Absolutamente. Sin hacer mucho, el partido de extrema derecha, Alternativa para Alemania, se está llevando los mayores réditos de todo este debate desde el año 2015. No solo logran que se dañe la imagen del partido conservador bávaro, porque está llevando sus políticas a los tumbos digamos creando la peor crisis gubernamental de la era Merkel, sino que logran estar siempre marcando la agenda política alemana.

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