Aquarius: Seis países de la UE acogerán a los 141 migrantes
La historia se repite una vez más. El Aquarius, el barco de la ONG SOS Méditerraneo, ha rescatado un centenar y medio de migrantes que se encontraban a la deriva en el Mediterráneo. Al igual que en junio de este año cuando la misma ONG salvó a 630 migrantes, el Aquarius lleva cuatro días dando vueltas en aguas internacionales, a la espera de que un país le abra sus puertos y acoja a estos migrantes.
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Actualización: Seis países de la Unión Europea han llegado a un acuerdo para repartirse los 141 migrantes rescatados del Aquarius, además de otras decenas recogidas también en el Mediterráneo. De acuerdo a este pacto, España recibirá 60 migrantes mientras que Portugal acogerá a 30. Los rescatados se distribuirán entre España, Francia, Portugal, Alemania, Luxemburgo y Malta, según ha informado en un comunicado el gobierno de Malta, que será el lugar de atraque y servirá de base logística.
#Malta @JosephMuscat_JM, #France @EmmanuelMacron and EU Commission @JunckerEU take leadership role to provide solution for #Aquarius situation. A number of EU Member States will take migrants aboard the @SOSMedIntl #Aquarius. pic.twitter.com/RYHemI4zqY
Kurt Farrugia (@KurtFarrugia) 14 de agosto de 2018
El viernes 10 de agosto, el Aquarius salvó a 141 migrantes que se encontraban a bordo de dos barcos de madera en las costas de Libia. De acuerdo a información de Médicos Sin Fronteras y SOS Mediterráneo - las dos ONGs que dirigen esta embarcación- las primeras 25 personas se encontraban en una barca de madera sin motor y llevaban a la deriva unas 35 horas. Más tarde divisaron otra embarcación de madera, a bordo iban 116 personas, incluidos 67 menores no acompañados. Según los testimonios de los migrantes rescatados, cinco barcos pasaron frente a ellos pero ninguno les prestó ayuda.
La decisión de estos barcos civiles no es gratuita sino que se motiva en las negativas de los países europeos a recibir migrantes. Estas políticas están haciendo que incluso las leyes del derecho marítimo internacional que obliga a prestar auxilio a quienes se encuentren en peligro en el mar independientemente de su nacionalidad, ya no sean respetadas.
La mayoría de los migrantes que van a bordo del Aquarius son de Eritrea y de Somalia, dos países golpeados por la dictadura, represión y la pobreza. En total son 116 adultos y 67 menores no acompañados. Antes de ser abandonados en las costas de Libia, estos migrantes habían pasado por los campos de detención de Libia que son considerados como campos de concentración. En un informe realizado por un diplomático alemán y publicado por el diario alemán Die Welt se daba cuenta de lo siguiente:
Ejecuciones de inmigrantes incapaces de pagar, torturas, violaciones así como abandonos en el desierto forman parte la rutina.
Ante esta realidad, los migrantes rescatados declararon que preferían morir ahogados antes que volver a Libia.
Un puerto que los acoja
En junio de este año, el Aquarius rescató a 630 migrantes, dio vueltas en aguas internacionales ante la negativa de varios países de europeos de acogerlos hasta que España decidió recibirlos y el puerto de Valencia los acogió. Esta vez, la historia se repite aunque las condiciones son mejores que en junio, el Aquarius pidió a Italia que los dejara desembarcar pero el ministro de Interior italiano, Matteo Salvini, líder del partido La Liga de extrema derecha, se negó:
Esta nave no verá nunca un puerto italiano.
En junio de este año cuando el Aquarius iba con 630 migrantes a bordo, Italia representada también por Matteo Salvini también se negó a abrirle sus puertos y consideró que el hecho de que España los hubiera acogido era una "victoria"
Lo que ha sucedido es un primer paso muy importante y una señal de que Italia no puede sostener este peso en solitario.
Francia guarda silencio nuevamente
Actualmente, el Aquarius se encuentra al oeste de Malta, en aguas internacionales a la espera de que algún país les abra las puertas. Esta vez España ha dicho que no ellos no son un puerto seguro haciendo referencia a la distancia: "No es el más cercano" es lo que ha afirmado el gobierno. A esta negativa se suma la de Italia, Malta y el silencio de Francia.
Si bien el puerto de la localidad francesa de Sète se ha manifestado a favor de acoger a los 141 migrantes, el gobierno de Macron guarda silencio:
La única condición es tener el visto bueno de las autoridades francesas.
La situación para los migrantes es grave. Sin ir muy lejos, 200 migrantes se ahogaron en el Mediterráneo central en solo dos días, en junio pasado. Según la ONU, en los seis primeros meses de este año, más de mil personas se ahogaron en esta ruta migratoria que une Africa con la Unión Europea.
Pese al llamado del Alto Comisionado de la ONU quien se mostró sobrecogido por estos ahogamientos en masa en Libia y quien pidió una "acción internacional urgente para reforzar los esfuerzos de salvataje en el mar", la orientación de las políticas migratorias siguen otro rumbo. En junio de este año, Emmanuel Macron fue duramente criticado por no abir los puertos franceses a los 630 migrantes. Esta vez, la historia se repite.
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