El auge de los Verdes alemanes, ¿puede ocupar el lugar de la socialdemocracia?

El partido ecologista alemán tiene el viento en popa, al punto que puede convertirse en la segunda formación más votada en las elecciones europeas del domingo. ¿Cómo se explica el éxito los Verdes? ¿Pueden ocupar el lugar de la socialdemocracia? El informe del corresponsal de RFI en Alemania.

Esta mujer de 37 años se llama o se hace llamar ska Keller y no es el nombre de una rapera de moda, sino el nombre de batalla de Franziska Keller, la nueva estrella verde alemana en el cielo europeo. Fuente: Reuters.

Por Sergio Correa, desde Berlín

En las elecciones europeas del próximo domingo, los verdes en Alemania están peleando para llegar a ser el segundo partido más votado en Alemania, por detrás de los democratacristianos y por delante de los socialdemócratas. Y si hubiese elecciones para canciller hoy, los Verdes estarían en el segundo lugar. Un partido fundado por ex hippies y levantado por académicos de clase media está en vías de ser la segunda fuerza política en Alemania. ¿Cómo pudo pasar esto? “Personalmente, creo que hay dos razones fundamentales para el auge de los verdes”, estima Andreu Jerez, periodista de la red alemana Deutsche Welle, especialista en temas de política europea.

“En primer lugar, el partido está ocupando un lugar de centro-izquierda liberal, en parte abandonado por la socialdemocracia del SPD, que ya lleva gobernando con los conservadores de la CDU prácticamente de manera interrumpida desde la llegada de Angela Merkel al poder en 2005. Con este partido ha puesto en práctica políticas económicas de claro corte neoliberal”, afirma.

“En segundo lugar, los Verdes son el único partido que hacen bandera de la cuestión climática y de la lucha contra el calentamiento global, un asunto que hace rato preocupa a amplios sectores de la sociedad alemana y que ningún otro partido como los Verdes está colocando en la agenda política y social”, añade Jerez.

Un espacio propio

A fines del año pasado los Verdes dieron un salto impensable en Alemania: en uno de los estados federales más conservadores, Baviera, duplicaron sus votos y saltaron al segundo lugar como partido más votado. En Bélgica ya son la segunda fuerza del país y en Luxemburgo sus puestos en el parlamento aumentaron un 50 %. Sin embargo el ascenso de los verdes en Europa parece tener aún ahora sus límites.

“Los Verdes pueden jugar un papel relevante en otros países centroeuropeos -opina Jerez-, como es el caso de Austria o de Holanda, pero parecen tenerlo casi imposible en el este de Europa y en otros países de la periferia en los que los partidos ecologistas no dejan de ser marginales o están integrados en coaliciones de izquierda más grandes, como Unidas Podemos, en el caso de España”, sostiene.

“Por tanto, difícilmente los Verdes ocuparán el espacio histórico de la socialdemocracia que los socialdemócratas están dejando vacío. Tampoco creo que sea su objetivo, Ska Keller, la cabeza de lista de los Verdes al Parlamento Europeo me reconocía hace unas semanas que el objetivo de los Verdes europeos no es sustituir a la socialdemocracia sino crear un espacio político propio con una agenda propia. Ese objetivo es muy ambicioso y si lo consiguen, no será a corto plazo”, considera.

Todo indica que en las próximas elecciones europeas será el final del bipartidismo. Por primera vez desde el inicio de las elecciones europeas, los partidos de centro derecha llamados populares por un lado y los socialistas y socialdemócratas, por otro, sumarán menos del 50% de los escaños.

Los Verdes serán un factor decisivo también en el Parlamento Europeo. Uno de los factores de su auge, explica el profesor de ciencias políticas Lothar Probst, es la creciente conciencia medioambiental en Europa tras el cada vez más evidente cambio climático.

“Les ayuda mucho a los Verdes que el tema del clima se ha vuelto el más importante en las encuestas y ellos son los que más lo aprovechan; además hay cierto alarmismo en el aire que dice ‘debemos actuar ya, ahora mismo’ que está algo cargado de cierto voluntarismo”, enfatiza Probst.

A nivel europeo, los Verdes mediterráneos de Portugal, España y Grecia están dentro de coaliciones de izquierda sin papel protagónico pero esperan tener buenos resultados en Bélgica, Holanda Francia, Austria, Finlandia, Suecia y Luxemburgo,

Hasta ahora los votantes de los Verdes habían sido académicos y miembros de la próspera clase media alemana. Su agenda solidaria nunca fue presionada por esos votantes Ahora están en camino de convertirse en un partido de masas, su responsabilidad económica será por primera vez puesta a prueba.