Los Verdes, furiosos por el primer muerto en una manifestación ecologista en Francia desde 1977
La muerte de Remi Fraisse, un ambientalista de 21 años, durante una manifestación contra la construcción de una represa a causa de una explosión de origen desconocido durante choques con las fuerzas del orden ha desatado este 28 de octubre un vivo intercambio entre el gobierno y los ecologistas.
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El ministro francés del Interior Bernard Cazenueve denunció este martes como la “instrumentalización vergonzosa de un drama” las declaraciones de la exministra de Ecología Cécile Duflot a propósito de la muerte de Rémi Fraisse, un manifestante hallado muerto el domingo en la madrugada en medio de los choques de ecologistas y fuerzas del orden.
Duflot calificó de “absolutamente intolerable” y de una “mancha indeleble en la acción del gobierno” la muerte del joven. “Desde 1977 no se había registrado un muerto en una manifestación ecologista en Francia, y desde 1986 no se había producido un muerto en una protesta”, recordó por su parte Emmanuelle Cosse, la secretaria nacional del EELBV, el partido verde francés.
Las autoridades sospechan que la causa de la muerte del ambientalista fue la explosión de una granada ofensiva lanzada por las fuerzas del orden. Uno de esos artefactos se incrustó al parecer en el morral de Fraisse y explotó lanzándolo con una gran violencia contra el piso, según un testimonio recogido por la prensa.
El cuerpo fue hallado el domingo a las dos de la madrugada tirado en el piso, en medio de los enfrentamientos entre gendarmes y manifestantes que quieren impedir la construcción de la represa de Sivens, en el departamento de Tarn, en los Pirineos franceses. Los militantes ecologistas protestan para defender humedal del Testet, el último de importancia en la cuenca del río Tescou.
La represa tendrá una capacidad de 1,5 millones de m3 de almacenamiento de agua, del cual un 70% será destinado a la irrigación de tierras y el 30% restante al estiaje del río Tescou, un afluente del Tarn utilizado para el cultivo de cereales. Un informe de expertos hizo numerosas críticas al proyecto actual y pidió modificaciones pero también estimó muy difícil detenerlo porque ya está muy avanzado.
El joven, estudiante de medio ambiente de Toulouse, no tenía el perfil de un militante extremista y al parecer fue a la manifestación con una amiga porque quería escuchar un concierto que tendría lugar esa noche. “Fue un poco como turista”, dijo su padre. Su muerte desató protestas el lunes en una decena de ciudades, entre otras, Albi, Nantes, Chambéry, Marseille, Rennes y Brest.
La familia anunció que iba a entablar este martes una demanda por homicidio voluntario cometido “por una o varias personas con autoridad pública”. Hasta el momento no ha sido abierta una “información judicial”, lo que el abogado de la familia deploró.
Emmanuelle Cosse recordó que “desde hace dos meses los ecologistas venimos denunciando la manera como las fuerzas del orden actúan contra los manifestantes y por eso nos parece inadmisible que el ministro del Interior nos señale como estar tirándole leña al fuego”. La secretaria nacional del EELBV rindió homenaje al joven muerto manifestando que era un “enamorado de la naturaleza, comprometido con asociaciones ambientalistas”.
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