El primer cliente internacional es Egipto, cuyo gobierno se comprometió hace apenas unos días a comprar veinticuatro aparatos, además de una fragata y misiles. El contrato asciende a cinco mil doscientos millones de euros.

El presidente francés, François Hollande, se implicó personalmente en este proceso de venta, que se cerró en tan solo cinco meses. Para el estado francés resultaba indispensable, por razones presupuestarias, el aporte financiero de los compradores extranjeros. Hollande esgrimió el argumento de que Egipto necesitaba armarse adecuadamente para enfrentar a los yihadistas del grupo Estado Islámico, con bases de operación en Libia, no lejos de sus fronteras, y en la penísula del Sinaí.

La exportación del Rafale garantiza a la constructora Dassault la compra de once aparatos al año, cantidad mínima para conservar la cadena de producción. Hasta ahora,  la competencia había acaparado el mercado internacional.

La construccion de los Rafale moviliza  a quinientas empresas subcontratistas y a siete mil trabajadores. La exportación francesa de armas podría representar más de diez mil millones de euros en 2015, superando la cifra de ocho mil millones de euros en 2014. Este cuadro eleva a Francia al rango de uno de los principales actores del mercado del armamento en el mundo.

Según Aude Fleurant, experta en compra-venta de armas, "las empresas francesas de armamento se ubican en tercer lugar a nivel mundial, en términos de ventas.Y a nivel de la exportación de armas, Francia es el quinto exportador mundial de armamento. A menudo se ubica entre los cinco primeros países, aunque esto puede variar de un año a otro."

El gobierno espera que la venta de los cazas Rafale a El Cairo acabe con la maldición comercial de la que ha sido víctima este avión de combate, imposible de exportar hasta la firma del contrato con Egipto. Tras fracasar en su venta a Brasil, Suiza, Singapur y Marruecos, Francia está actualmente en negociaciones con Qatar e India. La dinámica establecida por el contrato con Egipto podría acelerar las negociaciones con el gobierno de New Dehli, para concretizar la que se considera como la venta del siglo: el negocio  se traduciría en doce mil millones de euros, correspondientes al precio global de ciento veintiséis aviones Rafale, de los que ciento ocho serían construidos en la misma India.

Entrevistados: Aude Fleurant , directora del programa de armamento del Centro de Estudios Militares (SIPRI), con sede en Suecia; Javier Taibo, experto en aeronáutica civil y militar, editor de la revista Fuerzas de Defensa y Seguridad, España.