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RFI - Malí

Dupont y Verlon, un crimen sin resolver

El 2 de noviembre de 2013, los enviados especiales de RFI al norte de Malí, Ghislaine Dupont y Claude Verlon fueron secuestrados y asesinados cerca de Kidal. Dos años después, la investigación está en punto muerto.

Claude Verlon y Ghislaine Dupont fueron asesinados el 2 de noviembre de 2013 en Kidal, Malí.
Claude Verlon y Ghislaine Dupont fueron asesinados el 2 de noviembre de 2013 en Kidal, Malí. RFI
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Hace dos años, el sábado 2 de noviembre de 2013, Ghislaine Dupont y Claude Verlon fueron asesinados a las afueras de la ciudad de Kidal, en el norte de Malí, donde estaban preparando una serie de reportajes sobre las elecciones legislativas malienses, un doble asesinato que varios días más tarde fue reivindicado por Aqmi, Al Qaeda en el Magreb Islámico.

Esa fecha marca desde entonces la Jornada Internacional por el final de la impunidad de los crímenes contra los periodistas, decretada por Naciones Unidas para homenajear a nuestros dos compañeros.

Como recuerda Reporteros sin Fronteras, 718 periodistas fueron asesinados en los últimos diez años, 134 desde el asesinato de Ghislaine y de Claude, crímenes que permanecen en la más absoluta impunidad en la mayoría de los casos. “Luchar contra la impunidad es esencial porque más del 90% de los crímenes cometidos contra los periodistas nunca son elucidados”, subraya Christophe Deloire, secretario general de RSF. Además, Deloire considera que esta impunidad es “como una incitación para los que cometen estos actos”.

Para RSF, la mejor manera de hacer que la violencia retroceda es integrar esta lucha contra la impunidad en el derecho internacional. Por ello, Christophe Deloire reflexiona sobre la creación de un puesto de representante especial del secretario general de la ONU para tratar las cuestiones relativas a la protección de los periodistas, un representante que tuviera la capacidad de coordinar las acciones de la ONU.

Una investigación que se estanca

De momento, los asesinatos de Ghislaine Dupont y de Claude Verlon entran desgraciadamente en esta categoría de crímenes no esclarecidos. 18 meses después de la apertura de la investigación, aún no sabemos quiénes son los asesinos, ni los que ordenaron el doble asesinato, ni tampoco las circunstancias exactas en las que nuestros dos compañeros fueron asesinados.

A lo complejo de la investigación, tenemos que añadirle una falta de medios y sobretodo una lentitud administrativa y judicial del lado francés que empieza a desesperar a las familias de la periodista y del técnico. Encima, Marc Trédivic, el juez que inicialmente estaba encargado de instruir el caso, un magistrado afamado por la lucha antiterrorista, acaba de dejar el cargo porque la ley francesa impide que los jueces especializados permanezcan en el mismo puesto más de diez años.

La principal barrera en esta búsqueda de la verdad es el secreto de defensa. Marc Trédivic había pedido oficialmente una demanda para levantar ese secreto de defensa el pasado 12 de mayo. El presidente francés François Hollande había prometido en persona la desclasificación de los documentos a finales de julio. Sin embargo, cinco meses han pasado desde entonces y de momento el ministerio de Defensa no ha desclasificado nada. Y peor aún, esta demanda ni siquiera está a la orden del día de la próxima sesión de la Comisión consultativa del secreto de Defensa nacional que debe celebrarse el 19 de noviembre próximo.

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