2015: retrospectiva de uno de los peores años que ha vivido Francia
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Francia acaba de vivir doce meses dolorosos, violentos, complejos y a veces esperanzadores. Recordemos los momentos, seleccionados subjetivamente, que han marcado a los franceses en 2015.
Miércoles 7 de enero
"Francia está hoy ante un choque, porque se trata de un atentado terrorista. No hay duda alguna. Atravesamos un momento muy difícil", declaró François Hollande frente a los locales del semanario satírico Charlie Hebdo en París, luego del ataque a la publicación. El presidente francés denunció "un acto de una barbarie excepcional".
Aproximadamente a las 11h30 de la mañana, dos hombres armados con rifles automáticos, vestidos de negro y encapuchados se ensañaron con los colaboradores de la publicación. Un poco más tarde, nos enteramos de que los autores del atentado fueron Chérif y Saïf Kouachi, de 32 y 34 años respectivamente. Los dos hombres eran originarios de París, de padres argelinos. El primero era un yihadista condenado en 2008. Dos franceses radicalizados. Al grito de “Allah es grande” mataron a 11 personas a sangre fría. Entre las víctimas se encontraban cinco caricaturistas emblemáticos: Charb, Cabu, Wolinski, Tignous y Honoré.
La matanza provocó reacciones de repulsa en Francia y en el mundo entero. Nació el eslogan "Je suis Charlie" en las redes sociales, un lema de apoyo a las víctimas. Con sus hojas y lápices los caricaturistas denunciaron la barbarie y el fanatismo.
Charlie Hebdo ocupa un espacio particular en la prensa francesa. Sus autores se burlan sin reparo de la sociedad francesa y sus protagonistas, ya sean políticos o religiosos. El cristianismo, el judaísmo y el islam son ácidamente atacados por igual. El fundamentalismo islámico tenía desde hace años en la mira al semanal y sus caricaturistas.
Viernes 9 de enero
Como a las 8 de la mañana, los fugitivos se escondieron en una imprenta localizada en un pequeño pueblo. Al mismo tiempo, se reportó una toma de rehenes en un supermercado judío en la puerta de Vincennes en el este parisino. El atacante se llamaba Amedy Coulibaly. Un delincuente reincidente de 32 años que había conocido a uno de los hermanos Kouachi en prisión.
Un poco antes de las cinco de la tarde y tras varias horas de confrontación, las fuerzas policiales de élite intervinieron casi simultáneamente en la imprenta y el supermercado judío.
Los dos asaltos duraron escasísimos minutos. Los hermanos fueron neutralizados. Su atentado fue reivindicado por Al-Qaida en la península arábica. En la puerta de Vincennes, Amedy Coulibaly murió de la misma forma, pero antes mató a cuatro personas e hirió a siete otras. En tres días, los terroristas cobraron 17 vidas. Ante el choc una gran parte de la población francesa se movilizó.
Domingo 11 de enero
3 millones 700 mil personas dijeron Je suis Charlie... no tenemos miedo... en la mayor movilización de la historia del país. En París, al menos 1 millón 300 000 manifestantes se concentraron en la plaza de la República.
Además, participaron 50 líderes extranjeros, incluyendo al presidente palestino Mahmoud Abbas y al primer ministro israelí Benyamin Netanyahou. Con banderas y carteles, ciudadanos franceses y extranjeros vivieron, como se dijo, una catarsis colectiva. Y muchos musulmanes también. Porque en medio del duelo, la comunidad musulmana se convirtió en el blanco de las críticas.
Los maestros dedicaron tiempo a los niños y jóvenes para superar el miedo. Es justamente en las escuelas y los colegios donde se notó que una parte de la población decía lamentar los hechos, pero no sentirse concernida. Otros simplemente dijeron que los caricaturistas cosecharon lo que habían sembrado por insultar al Islam con sus caricaturas del profeta Mahoma.
Este atentado puso en evidencia las fragilidades de los servicios secretos, la ruptura entre los que son Charlie y los que no lo son, así como los problemas de radicalización de los jóvenes franceses de origen magrebino.
Viernes 13 de noviembre
Creíamos que con Charlie ya habíamos visto todo, pero el viernes 13 de noviembre Francia vivió la noche más larga. El estadio de Francia, el Bataclan, le Petit Cambodge, la Bonne Bière, la calle Charonne….Todos esos puntos fueron atacados simultáneamente por terroristas.
Reivindicados por el grupo Estado Islámico, son los peores atentados que ha vivido Francia desde la segunda guerra mundial. 130 muertos y más de 350 heridos dejó esta pesadilla. Un mes después de este ataque muchos de los sobrevivientes siguen hospitalizados. Entre ellos, decenas se recuperan aún de una intervención quirúrgica por heridas de guerra.
En medio de la oscuridad, la luz surgió de la solidaridad. Durante los ataques, parisinos y turistas se quedaron bloqueados o necesitaron refugiarse. Nació entonces en Twitter, la palabra clave #porteouverte. Ciudadanos abrieron sus puertas a desconocidos para pasar la noche o simplemente cargar sus celulares.
Algunos taxis funcionaron gratuitamente. Y centenas de personas acudieron a los bancos de sangre. Sus donaciones salvaron vidas, aseguran las autoridades sanitarias. En el mundo entero, monumentos emblemáticos se pintaron en diferentes países de los colores de la bandera francesa.
Si bien los franceses no pudieron reunirse masivamente como en enero por el estado de excepción -que le da el poder a las autoridades de realizar allanamientos sin orden judicial y de prohibir manifestaciones - nacieron operaciones en las redes sociales para regresar a los restaurantes, cafés o terrazas que habían sido el blanco de los ataques. Una semana después de los atentados, cuando el ambiente seguía siendo de plomo, muchos salieron a decir no tengo miedo.
Unas nueve personas participaron en los atentados. Casi todos eran franceses o belgas. Jóvenes radicalizados como los hermanos Kouachi o Kulibally.
Como en enero, las fallas de todo el sistema francés salieron a la luz. Y, como en enero, el gobierno socialista ha respondido anunciando una serie de medidas de represión y prevención. El estado de urgencia se mantendrá por lo menos hasta finales de febrero.
Lo que sí cambió con este ataque fue la dimensión internacional. Francia intensificó sus bombardeos en Siria, y trató de coordinar una coalición internacional, junto a Rusia, Estados Unidos y los países árabes para luchar contra el grupo Estado Islámico.... con todos los escollos diplomáticos que ello representa. Muchas voces se han alzado para denunciar una actitud francesa a la Bush tras los ataques del 11 de septiembre.
Lunes 5 de octubre
La tensión social que se vivía en Air France, la empresa aérea nacional francesa, degeneró tras el anuncio de 2.900 despidos. Varios manifestantes interrumpieron la reunión del comité de empresa y atacaron al director de Recursos Humanos, Xavier Broseta y al responsable de los vuelos de largo recorrido, Pierre Plissonnier. Ambos tuvieron que huir escoltados por guarda espaldas, con las camisas desgarradas. Estas imágenes le dieron la vuelta al mundo.
El primer ministro Manuel Valls mostró abiertamente su apoyo a la dirección de Air France y denunció -cito- la violencia de los actos. Por su parte, los sindicalistas trataron de mostrar que lo violento era quedarse sin trabajo en un país sumido en la crisis.
En mayo del 2016 se juzgarán - por violencias agravadas- a los empleados involucrados en la confrontación. Cinco de ellos han sido suspendidos sin salario. En cuanto a las negociaciones, el pulso continúa. Una probadita de lo que sucede de manera menos mediática en decenas de empresas francesas privadas o públicas.
Domingo 13 de diciembre
En esta fecha se celebró la segunda vuelta de las elecciones regionales en Francia. O sea, pocas semanas después de los atentados de noviembre, un período en el que creció el rechazo hacia los musulmanes y dio alas al partido xenófobo de extrema de derecha, el Frente Nacional (FN).
El FN estuvo a punto de ganar dos o tres regiones, lo que hubiera sido totalmente inédito. Alimentado por el descontento global y la crisis económica. El partido fue a pesar de todo derrotado. Pero se ha instalado en el panorama electoral como la fuerza que moviliza más a sus electores, en contra o en su favor. En esta segunda vuelta, un 60% de los franceses llamados a votar lo hicieron, es decir 10 puntos más que la semana precedente, en la que reinó la abstención.
La jefa del partido, Marine Le Pen, tiene la intención de cultivar de aquí al 2017, fecha de la elección presidencial, esta popularidad. Mientras tanto, el oficialista partido socialista y el conservador Les Républicains no parecen tener una estrategia clara que vaya más allá de salvaguardar su territorio del Frente Nacional.
Sábado 12 de diciembre
Era una de las citas internacionales más esperadas del año. Más de 195 países con sus delegaciones y otros cuantos negociadores iban a salvar el planeta durante la conferencia sobre el clima de París. La Cop 21.
Nuestros oyentes están familiarizados con el tema, pero un pequeño recordatorio no está de más. El objetivo era firmar un acuerdo que permitiese limitar el aumento de la temperatura por debajo de 2 ºC con respecto a los niveles preindustriales para limitar las consecuencias catastróficas del calentamiento global.
Pues bien, este 12 de diciembre se cerró la cumbre tras dos largas semanas de intensas negociaciones en el Bourget, con la firma de un acuerdo calificado de histórico.
Para muchos es un acuerdo a medias, insuficiente, que deja a los países vulnerables igual de vulnerables. Y para muchos es el inicio optimista de una ruta que llevará a los terrícolas a un planeta más sostenible.
Y es por ello que quisimos concluir este repaso del 2015 con una nota un poco optimista.
Desde RFI les deseamos un feliz año nuevo.
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