Los franceses desconfían de (algunas) vacunas

Los franceses desconfían cada vez más de las vacunas e incluso se ha observado una baja en la cobertura nacional. Un estudio ha constatado una disminución del 5 % en este sector aunque la cobertura nacional sigue siendo alta, en torno al 90 %. Una baja que preocupa al gobierno quien ha lanzado un plan de acción para renovar el programa de vacunación y restaurar la confianza.

Los franceses vacunan menos a sus hijos, una mezcla de desconfianza y el desabastecimiento de la vacuna DTPolio ha influído en esta situación. D.R.

Hace 10 años, la desconfianza ante las vacunas representaba el 10 % de la población francesa, actualmente es del 40 %. Para el profesor Jean Louis Koeck, experto en biología clínica y vacunas esta desconfianza se debe a varias razones: “hay algunas dificultades, ha habido un problema de abastecimiento de vacunas y eso ha podido influir. Pero hay otras razones, una de ellas es que las enfermedades que se pueden prevenir gracias a las vacunas son ahora menos frecuentes, precisamente gracias al éxito de las vacunas y como esas enfermedades son menos visibles, la gente se olvida de la enfermedad y se concentra en la vacuna en sí. Aunado a esto, vemos movimientos muy activos contra la vacunación, periódicamente hay polémicas que efectivamente hacen dudar a algunos ciudadanos”.

Varias polémicas en torno a las vacunas

Entre las polémicas que han colaborado a esta desconfianza podemos citar tres: la vacuna Gardasil contra el virus del papiloma humano, sospechosa de provocar en algunos casos esclerosis múltiple, la vacuna contra la hepatitis B en los años que también provocó en varios pacientes enfermedades auto inmunes y por último, la gestión política poco transparente y precipitada en el 2009 del gobierno francés con respecto a la gripe A H1N1.

Tres vacunas obligatorias no disponibles como tales en el mercado francés

Actualmente en Francia hay sólo tres vacunas obligatorias: contra la difteria, el tétanos y la poliomielitis (DTPolio). Otras son recomendadas como la triple ROR que combate la rubeola, el sarampión y las paperas. Pero el problema actualmente es que con respecto a la DTPolio, no existe en el mercado francés una vacuna específica para estas tres enfermedades. Los laboratorios proponen una vacuna que incluye estas tres valencias, pero agregan otras que tan sólo son recomendadas y no obligatorias. Además la antigua DTPolio, que existía hasta el 2008, no tenía aluminio, lo cual la hacía menos peligrosa.

E3M: Por unas vacunas sin aluminio

Varias asociaciones luchan en Francia por unas vacunas sin aluminio y que regrese al mercado la antigua DTP Polio sin aluminio. Recientemente se lograron recaudar 700 mil firmas al respecto; el aluminio se utiliza como adyuvante en las vacunas, pero existen sospechas que provoca varios desordenes musculares y neurológicos.

Cecilia Aguilar forma parte de la asociación "E3M, pour des vaccins sans aluminium", ella tiene tres hijos y por parte de su marido existe una predisposición genética a asimilar mal el aluminio por lo que encontrar vacunas sin aluminio ha sido un caballo de batalla: “tengo tres hijos, el mayor tiene 9 años, la nena tiene 7 y el pequeño casi 4 años. Mi primer hijo fue vacunado con la DTPolio sin aluminio, pero cuando nació mi hija ya habían retirado esa vacuna y finalmente optamos por una que tenía cuatro valencias, con aluminio, pero era la del menor riesgo. Actualmente, para mi hijo el más pequeño, no está vacunado pues sólo hay vacunas hexavalentes, es decir contra 6 enfermedades y con un nivel de aluminio importante y entonces ése es el problema, la dualidad de decir, vacuno, se enferma, no vacuno y se enferma. No tengo elección.”

El nuevo plan de acción para relanzar la vacunación busca una mayor concertación ciudadana, una mejor coordinación entre los organismos para reportar efectos secundarios de las vacunas y una mayor información a los ciudadanos sobre los beneficios de las vacunas.

Entrevistados: Jean Louis Koeck, experto en biología clínica y vacunas, Martha Rosales, madre de dos hijos residente en Toulouse y Cecilia Aguilar madre de tres hijos e integrante de la asociación “E3M” que agrupa a personas afectadas por el aluminio proveniente de las vacunas.