Nueva huelga contra la reforma laboral del gobierno francés
Estudiantes y trabajadores vuelven este jueves a las calles para protestar contra un proyecto de ley que, según sus detractores, fragiliza las garantías de empleo y amenaza sus perspectivas de carrera. La medida de fuerza afectará el transporte público aéreo y terrestre.
Primera modificación:
El gobierno de François Hollande enfrenta este jueves una nueva huelga nacional contra su proyecto de reforma laboral, resistido tanto por los sindicatos como por las agrupaciones estudiantes, que regresarán a las calles tras las marchas del 9 de marzo.
El gobierno trata de avanzar con su iniciativa, que suavizó tras las primeras protestas. El primer ministro Manuel Valls presentó una versión "corregida" del proyecto, cuyo contenido inicial volcó a las calles cientos de miles de manifestantes.
En la nueva versión, el tope de indemnizaciones para los despidos abusivos, medida rechazada por todos los sindicatos, pasa a ser sólo "indicativo".
En cuanto a las condiciones de los despidos económicos, el gobierno mantuvo el texto original, pero agregó un mayor control de los jueces, que podrán verificar que las multinacionales no organicen artificialmente sus dificultades económicas en territorio francés para poder despedir.
Otra concesión, las pequeñas y medianas empresas no podrán modular de manera unilateral el tiempo de trabajo, como estaba previsto en la primera versión. Para hacerlo se necesitará un acuerdo colectivo, sin el cual se seguirá aplicando el derecho actual.
La jornada de este jueves permitirá saber si el gobierno puede permitirse un pulso con su propio electorado a 14 meses de las próximas elecciones presidenciales, sabiendo que la reforma es criticada incluso en las filas oficialistas.
En cuanto al impacto de la huelga, se espera que tanto de trenes de alta velocidad como los que conectan las ciudades con las periferias se vea fuertemente afectados. Los trenes internacionales circularán con normalidad.
El metro prevé una circulación de tres cuartas partes de sus formaciones. En cuanto a los aeropuertos, también se espera un impacto en función de las compañías y las regiones. Orly, en la periferia de París, debería cancelar un 20% de sus vuelos a pedido de las autoridades aeroportuarias. Los vuelos transatlánticos de Air France no deberían verse afectados, según la compañía.
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