¿Por qué se eterniza el conflicto social en Francia?

En entrevista con Radio Francia Internacional, Philippe Martínez, secretario general de la CGT, principal sindicato francés, detalla los motivos por los cuales sus afiliados mantienen huelgas, manifestaciones y bloqueos contra el proyecto de ley laboral del gobierno de Manuel Valls.

El líder sindical de la CGT Philippe Martínez durante una manifestación, el 17 de mayo de 2016. Reuters

Philippe Martínez, líder de la CGT, principal sindicato francés con cerca de 700.000 afiliados, concedió una entrevista en castellano a RFI junto a otros medios hispanohablantes. Este hijo de emigrantes españoles encarna hoy en día la resistencia de una parte de la izquierda a las reformas de corte liberal del gobierno de François Hollande.

Tras ocho jornadas de movilización contra una ley que abre la puerta a la flexibilización de las condiciones de trabajo en Francia, la CGT y otros sindicatos mantienen la presión para retirar el texto. En varias ciudades de Francia continúan los bloqueos puntuales en refinerías y plantas incineradoras. En una reciente encuesta, el 46% de las personas interrogadas se dice a favor del retiro del texto, mientras que 40% de los encuestados piden que se modifique.

Sectores del acero y del champán en huelga

A pesar de que las últimas movilizaciones de los sindicatos en las calles no han acarreado a grandes multitudes, el líder sindical afirma que la movilización sigue viva. “El movimiento ya dura desde hace más de tres meses, hemos empezado con manifestaciones, y hemos seguido con una temporada de vacaciones durante el mes de abril donde había menos gente en las manifestaciones, a veces más”, dijo Martínez.

Y agregó: “Desde inicios de mayo hemos pasado a otra fase donde hay manifestaciones y huelgas en muchas empresas… Hay huelgas de las que se habla en la prensa porque no hay trenes o porque no hay gasolina, y otras que no se ven porque ocurren en empresas privadas como Arcelor, donde una huelga de un día no se nota. Si falta acero durante un día no se nota. En el champán por ejemplo, desde los primeros días de mayo, [los trabajadores] hacen una huelga de 20 minutos diarios que hace que el 70% de la producción no salga. Son formas de huelga diferentes en cada profesión y cada empresa”.

Amenaza en la Eurocopa

La CGT, junto con otros sindicatos, llamó de nuevo a la movilización el 14 de junio, en plena Eurocopa. Martínez sin embargo niega cualquier voluntad de perturbar un evento deportivo que ocurrirá en varias ciudades francesas. “El 14 de junio va a ser un gran día de movilización. Vamos a tener a mucha gente en París y en otras ciudades de Francia. Habrá huelgas en las empresas.”

Y precisa: “No vamos a estar en los estadios, ni en los campos de fútbol, si es su pregunta. La Eurocopa es una fiesta popular, y a muchos afiliados, yo el primero, nos gusta el fútbol, y no queremos perturbar una fiesta como ésta. Pero lo que pensamos esta semana de la ley, seguiremos pensándolo en junio si el gobierno no cambia de postura”.

Sindicalistas equiparados con Daesh

En una entrevista al diario Le Monde, el presidente de la patronal francesa MEDEF, Pierre Gattaz, exhortó el gobierno a impedir que unas “minorías que se comportan como malhechores, como terroristas, bloqueen todo el país”. La comparación ha causado mucha polémica en un país que sufrió varios ataques sangrientos en 2015.

Martínez recordó que “en el atentado contra [la revista] Charlie Hebdo, hemos perdido compañeros de la CGT. Charb [uno de los dibujantes] era de la CGT y dibujaba todos los meses en la revista de la CGT. En el Bataclan murieron dos compañeras y un compañero de la CGT. Cuando tenemos una violencia verbal tan fuerte, no veo qué más se puede hacer. Una parte de los que quieren hacer noticias en Francia, hablan de nosotros como terroristas. Franz Olivier Giesbert, en Le Point, habló de la CGT como de Daesh”.

Martínez, principal opositor al primer ministro

La prensa francesa e internacional ha resumido el conflicto a un pulso de poder entre Philippe Martínez y el primer ministro Manuel Valls; un análisis que rechaza el líder sindical cuya prioridad es el retiro del proyecto de ley laboral que debe ser examinado por los senadores, tras su adopción forzada en la cámara de diputados, mediante un decreto gubernamental. “El problema es la ley, nosotros no queremos cambiar de gobierno, queremos cambiar de ley”, enfatiza Martínez.

“Cambiar al primer ministro para poner a otro que hace lo mismo, no vale la pena. Es la primera vez que tenemos una movilización tan importante durante un gobierno de izquierda. Hemos dicho que hay cinco o seis artículos [de este proyecto de ley] que cambiarían fundamentalmente la ley en Francia”, agregó el líder de la CGT.

Concesiones del gobierno

Martínez reconoce que al inicio de la movilización social el gobierno puso sobre la mesa “la garantía para los jóvenes”, un dispositivo para los ciudadanos de 16 a 25 años que incluye un ingreso mínimo de 461 euros mensuales así como medidas de acompañamiento hacia el empleo.

>Para conocer el proyecto inicial del gobierno francés, haga clic aquí.

Sin embargo, para la CGT, varios puntos controvertidos de la ley permanecen inaceptables, entre otros, el artículo 2 que permitirá en ciertos casos que los patrones puedan renegociar en una empresa las condiciones laborales, incluso con propuesta menos favorable que lo que prevé la ley nacional, una medida que Martínez califica de “dumping social no entre países sino entre empresas”.

Y ejemplifica: “Hemos tenido un ejemplo en la Smart, donde han dicho ‘o trabajáis 39 horas pagadas 35, o cierro la empresa’. La segunda cosa es el referéndum de empresa. El gobierno inventa una mayoría al 30%. O sea que si los sindicatos que pesan más del 50% no quieren firmar acuerdos que reducen los derechos de los trabajadores, los minoritarios pueden pedir una consulta a los trabajadores. Esta ley es parecida a lo que hicieron varios países europeos”.

Según Philippe Martínez, hay una “voluntad de la Comisión Europea de hacer que las reformas laborales hagan en todos los países que la negociación de empresa sea la realidad, por encima de las leyes y los convenios, para que cada empresa pueda negociar lo que quiera”.