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Francia, Lujo

Champán: la lucrativa economía de las burbujas

Cada año más de 160 millones de botellas de champaña son vendidas solo en Francia, lo que representa la mitad de las ventas mundiales. Las fiestas de diciembre son uno de los períodos predilectos para consumir el vino burbujeante elaborado de acuerdo al estricto método champenoise.

Un empleado sirve un copa de champán durante la tradicional cosecha de la casa Deutz en la comuna Ay en Champagne, Francia, el 22 de septiembre de 2016.
Un empleado sirve un copa de champán durante la tradicional cosecha de la casa Deutz en la comuna Ay en Champagne, Francia, el 22 de septiembre de 2016. REUTERS/Benoit Tessier/Archivo
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Para poder degustar una botella de champaña en Francia, hay que prepararse para sacar de los bolsillos varios billetes: los precios empiezan a partir de los 30 euros y suben vertiginosamente.

A pesar del costo, los franceses no tienen recaudos para consumir champaña en cada ocasión festiva. En 2015 se vendieron solo en Francia 160 millones de botellas por un total de dos mil millones de euros, de acuerdo a estadísticas del Comité Interprofesional de vino de Champagne. Todavía no hay cifras para el 2016 pero nada indica que la pasión francesa por este vino haya decaído.

Sin embargo el 2017 se anuncia complicado para los productores. La salida de Gran Bretaña, principal destino de las exportaciones de champán, de la Unión Europea provocará una baja en las ventas, de acuerdo a especialistas del sector.

El gusto y el glamour asociado a la bebida allanan el camino a todo tipo de curiosidades. La bodega Drappier, por ejemplo, produjo la botella de champán más grande del mundo, de 30 litros, o sea lo equivalente a 40 botellas normales. El único ejemplar estaba en venta en el sitio Amazon por la módica suma de 5.390 euros.

Pero los altos precios del vino atraen también la atención de los ladrones. “Siento sorpresa y furia, porque las botellas serán revendidas en el mercado paralelo. Pero es el fruto de nuestro trabajo”, dijo Angelique Lacroix, pequeña productora de champán en Montigny-sous-Châtillon, a unos 30 km de Reims (oeste de Francia) al descubrir que 300 de sus botellas, por un valor de 7000 euros, fueron robadas de su bodega el 9 de diciembre.

El hurto de champán justo antes de las fiestas de fin de año es una constante en Francia. En 2015 más de 28.500 botellas fueron robadas.
 

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