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Francia

El caso Wildenstein: la sentencia que no fue

Tenía que pasar a la historia como uno de los mayores casos de evasión fiscal del siglo en Francia, pero el juez Olivier Géron ha absuelto sorpresivamente al clan de los marchantes de arte Wildenstein. Reconoce que hubo claramente intención de disimular dinero al fisco pero no los puede condenar por “lagunas en la investigación y en la legislación”.

Guy Wildenstein, el 4 de enero de 2016 en el Tribunal Correccional de París.
Guy Wildenstein, el 4 de enero de 2016 en el Tribunal Correccional de París. ALAIN JOCARD / AFP
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El derecho debe beneficiar de la misma manera a “los poderosos y a los miserables”, dijo el juez. Ante una sala repleta de abogados y periodistas, el magistrado Géron sorprendió a todo el mundo al absolver a los tres herederos del marchante de arte, al jefe de familia Guy Wildenstein, su sobrino Alec Junior y su ex cuñada. También quedan libres de toda responsabilidad dos abogados, un notario y dos gestores de sociedades que gestionan el patrimonio de la familia.

El clan Wildenstein estaba siendo juzgado por haber mentido sobre su patrimonio estimado en varios miles de millones de euros en el sector inmobiliario, que incluye una mansión en París y un rancho en Kenia; y en obras de arte de Caravaggio, Fragonard o Bonnard. No lo declararon tras la muerte de los dos jefes de familia, Daniel en 2001 y su hermano Alec, ambos domiciliados fiscalmente en Francia. El caso llegó a los tribunales, después de que la viuda casada en segundas nupcias con Daniel Wildenstein denunciara los hechos, al ser apartada de la fortuna familiar.

Se trata de un fiasco total para la justicia francesa que reconoce que los montajes financieros de los Wildenstein, que utilizaron sociedades de derecho anglo sajón en paraísos fiscales, dejan entrever una “voluntad de disimular”, y “una clara intención de evasión del patrimonio y fiscal”. Pero falta una pieza clave para condenarlos, según el juez, la ausencia de “elementos legales”.

“Desde hace tres generaciones, los miembros de la familia Wildenstein han disimulado tras construcciones jurídicas desconocidas del derecho francés, un patrimonio considerable”, dijo el juez. A parte de las lagunas en la investigación, el juez ha lamentado que la ley de 2011 que obliga a declarar ese patrimonio no sea retroactiva, por lo que no se ha podido basar en ella para condenarlos.

La fiscalía había pedido penas severas, sobre todo contra el franco-estadounidense Guy Wildenstein, el principal heredero de esta dinastía: cuatro años de cárcel en suspenso y una multa de 250 millones de euros. El fisco francés les sigue exigiendo más de 500 millones de euros en impuestos pendientes de pago. (con AFP)

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