Polanski renuncia a presidir los César tras la polémica desatada
El cineasta franco-polaco renunció a presidir en febrero la ceremonia de los Cesar. Asociaciones feministas recogieron en menos de una semana más de 61.000 firmas para pedir su destitución como presidente de los César.
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El cineasta franco-polaco Roman Polanski renunció a presidir en febrero la ceremonia de los César, los "Óscar franceses", después de que asociaciones feministas llamasen al boicot debido a un asunto judicial por violación de una menor hace cuatro décadas, según ha comunicado su su abogado.
Estas asociaciones recogieron en menos de una semana más de 61.000 firmas para pedir la destitución del cineasta como presidente de los César.
"¿No había otra persona con prestigiosa carrera cinematográfica para presidir esta ceremonia?". Ésta es la pregunta que ha lanzado el colectivo francés ¡Atreveos al feminismo!a la Academia de los Premios César por haber elegido a Polanski para presidir la gala que tendrá lugar el 24 de febrero. La asociación había organizado una manifestación esta tarde frente a la Sala Pleyel de París, en la que se celebran los premios, como muestra de rechazo a lo que consideran una "burla indigna" a las víctimas de violaciones y agresiones sexuales.
"Algunos discutirán que Polanski es un gran cineasta y que hay que saber diferenciar. Nosotras respondemos que la calidad de su filmografía cuenta poco frente a su rechazo de asumir responsabilidades", sentencian en un comunicado. El propio gobierno se ha pronunciado sobre la polémica decisión: La ministra de Familia y Derechos de la Mujer, Laurence Rossignol, se mostró "sorprendida" por una elección que deja ver una "indiferencia hacia los hechos"
El director de películas como La semilla del diablo o Chinatown fue acusado de drogar y abusar sexualmente de una joven de 13 años en Los Ángeles en 1977, cuando él tenía 43 años. Polanski reconoció el crimen y pasó 42 días en prisión en prisión pero huyó del país antes de ser juzgado mientras disfrutaba de la libertad condicional. No ha vuelto a poner un pie en Estados Unidos.La ley le ha perseguido durante estos 40 años en los que el director ha fijado su residencia en Francia, que no tiene acuerdo de extradición
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