Saltar al contenido principal

Le Pen y Macron confrontan sus dos visiones antagónicas para Francia

Los analistas en comunicación destacan la actuación de Mélenchon y Fillon. Los espectadores optan por Macron. La ultraderechista y el socioliberal protagonizan los enfrentamientos más destacados del debate a cinco en la privada TF1 que siguieron casi diez millones de telespectadores

François Fillon, Emmanuel Macron, Jean-Luc Melenchon, Marine Le Pen y Benoit Hamon en la foto del debate de anoche en TF1
François Fillon, Emmanuel Macron, Jean-Luc Melenchon, Marine Le Pen y Benoit Hamon en la foto del debate de anoche en TF1 ©PATRICK KOVARIK/AFP
Anuncios

Dos visiones antagónicas para un país. Los dos favoritos para ocupar la presidencia de Francia dentro de poco más de un mes, protagonizaron anoche algunos de los momentos más destacados del debate entre los cinco candidatos con mayores opciones según los sondeos. La ultraderechista Marine Le Pen acusó al socioliberal Emmanuel Macron de hablar sin decir nada y dejó caer sobre la campaña del exministro de Economía la sombra de importantes donantes y poderes financieros coaliados para apoyarlo. “Hay un gran problema cuando en política los responsables toman decisiones que aventajan a tal o cual sociedad”, dijo Le Pen, que también cargó contra los políticos que, como Macron, han pasado de la Administración a la banca y han regresado a la Administración. “Si usted tiene pruebas de lo que dice, preséntelas ante la justicia”, replicó el joven exministro de Economía de Hollande.

Le Pen hizo de Le Pen, populista con discurso contundente y subrayando las ambigüedades de sus rivales, pero algo más desdibujada por el formato del debate, un encuentro a cinco en el que los otros seis candidatos oficiales fueron descartados por la cadena privada TF1 por su invisibilidad en los sondeos y para hacer más manejable el cruce de ideas. Decisión que le valió a la cadena las críticas in situ de algunos candidatos que no por ello dejaron nunca de confirmar su asistencia.

Frente a la ultraderechista, el emergente Macron capeó las casi tres horas y media de debate como pudo, sabiendo que a priori sería la diana preferida de los dardos desde derecha e izquierda. Macron se enfrentaba anoche a candidatos experimentados en el cruce dialéctico con muchas cicatrices de guerra. Frente a la ingeniosa oratoria cargada de ironía del izquierdista Jean-Luc Mélenchon y el discurso contundentemente populista de Le Pen, quedaron más al descubierto sus brindis al pragmatismo y sus apelaciones genéricas a la unidad cargadas de vaguedad. Macron se esforzó en no cometer errores más que en ser brillante y por los resultados de los sondeos posteriores, parece que aprobó en su conservadora tarea. Fue el más convincente para un 29% de los espectadores según un sondeo de Elabe por delante incluso del izquierdista Mélenchon, que protagonizó los momentos más desenfadados y comentados en redes sociales.

Para la mayoría de expertos en comunicación, el izquierdista fue uno de los vencedores de anoche. El otro fue el conservador François Fillon. Philippe Moreau-Chevrolet, presidente de la consultora MCBG ha señalado para la agencia France Presse: "Fillon tiene esa musiquilla constante que funciona evocando su seriedad, sobriedad, altura de miras.... pese a sus escándalos. Ayer volvió el Fillon de la primaria de la derecha". El candidato conservador logró que su imagen de presidenciabilidad eclipsara el escándalo por el empleo ficiticio de su esposa, asunto dominante hasta ahora en la campaña, por el que está imputado y que se evocó tan sólo en dos ocasiones por Mélenchon y Macron.

Fillon quiso mostrarse como el único realista frente a los otros cuatro, con recetas liberales expuestas de forma nítida y sentido de estado, intendando recuperar el terreno perdido en la polarizada visión de Francia que exponen Le Pen y Macron. El contraste entre la candidata nacionalista y euroescéptica, defensora del patriotismo económico y detractora de la inmigración, con el candidato europeísta, liberal y defensor de los migrantes.

A la izquierda le queda decidirse entre dos candidatos que pactaron la no agresión después de constatar de que su matrimonio era imposible a causa de sus diferencias con la cuestión europea. Al socialista Benoît Hamon, que volvió a incidir en su propuesta de un subsidio universal y en su agenda ecológica, le cuesta salir de la parálisis con Macron y Mélenchon mordiéndole voto por ambos lados para dejar flaco su caladero. Hamon lleva días apelando al voto útil para pescar en el terreno de la izquierda radical. Pero las cuentas no le salen porque ese voto está muy amasado por Mélenchon y porque su fuga por el centro hacia Macron resulta aún más preocupante.

En el tramo final del debate, los planes de Le Pen para salir de la Unión Europea volvieron a enfrentar a Macron con la líder ultraderechista. Tras escuchar a Macron hablar de seguridad internacional, Le Pen dijo: “Usted ha hablado durante siete minutos para no decir nada”.“Contrariamente a usted”, respondió Macron, “yo no quiero pactar con Putin”. En la declaración final, cuando ya nadie podía rebatir, Le Pen arremetió contra "las cadenas de la Unión Europea", "la pesadilla de la mundialización salvaje" y la "apertura de las fronteras". Justo tres de los pilares en los que se basa el proyecto de Macron. Dos visiones del mundo antagónicas que se opondrán en las urnas al no ser que el imputado Fillon consiga en un mes convencer de que sus errores quedaron en el pasado y su sentido de estado es el presente. A la izquierda sólo le queda esperanzarse pensando en que la demoscopia es una ciencia en decadencia y que los milagros, en tiempos de Trump y del Brexit, sí que existen.

Boletín de noticiasNoticias internacionales esenciales todas las mañanas

Siga toda la actualidad internacional descargando la aplicación RFI

Compartir :
Página no encontrada

El contenido que solicitó no existe o ya no está disponible.