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Revista de prensa

La reseña de la prensa francesa del 28 de marzo de 2017

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Un político de derecha calificaba de “locas” (folles) las presidenciales. Es cierto que es difícil encontrarle una lógica a lo que está pasando a menos de un mes de la primera vuelta.

Vamos con un ejemplo de ello. O, más bien, una adivinanza. Una portavoz de la izquierda radical evoca hoy en un diario de derecha la explosión de un partido.¿De qué partido se trata? ¿Será el Partido Socialista del mandatario François Hollande, en el poder desde 2012? ¿Será más bien el partido de derecha Los Republicanos, cuyo candidato François Fillon está en el ojo de la tormenta por una lluvia de escándalos de corrupción?

Se trata de una entrevista publicada en Le Figaro con Danielle Simonet, una portavoz del candidato de la izquierda radical Jean-Luc Mélenchon del partido “Francia insumisa”. Simonet constata “la explosión total del Partido Socialista; se ha acelerado la crisis, la descomposición del PS”.

Le Figaro está por supuesto de acuerdo con ella. “Estas presidenciales son mortales para el PS”, titula en páginas interiores Le Figaro. Y en primera plana: “Amenaza de explosión del PS a causa de la rivalidad Hamon-Macron”. El diario vaticina que ese estallido tendrá lugar "en las elecciones legislativas de junio próximo”.

¿Por qué le está yendo tan mal a Benoît Hamon, candidato del Partido Socialista, ganador de las primarias de esa formación política?

Recordemos que Hamon está ocupando en estas elecciones el puesto que, en principio, estaba destinado al presidente Hollande o a su exprimer ministro, Manuel Valls. Ambos, sin embargo, tuvieron que lanzar la toalla.

Hollande renunció a presentarse a la reelección por su deteriorada popularidad en los sondeos. Un hecho sin precedentes en Francia para un presidente en ejercicio. Valls, por su lado, perdió las primarias ante Hamon.

Éste, como legítimo ganador de esa consulta interna, debería contar con el respaldo fiel y determinado del Partido Socialista en su conjunto.

Pero, una vez más, estas elecciones no siguen el camino habitual. Lo que debería ser ya no es. En realidad, varios dirigentes socialistas se han aliado a Macron. Se espera que otros lo hagan próximamente.

La izquierda de gobierno, gestionaría, algunos dirán “liberal”, se está yendo con Macron, que fue ministro de Hollande. En cuanto a la izquierda más a la izquierda, la radical, se está uniendo a Melénchon.

¿Resultado?

“En los sondeos Melénchon está por delante de Hamon, que va de quinto”, escribe Le Monde. El vespertino afirma que Mélenchon y Macron tiene un objetivo común: “acabar con el Partido Socialista”.

Si en la primera vuelta Hamon queda de quinto, con menos de un 12% sería, en efecto, una derrota histórica para el PS francés, el partido de François Mittérand.

Pero la catástrofe también ronda a la derecha. De ese lado hay un fuerte olor a quemado. “La derecha está desesperada por la campaña de François Fillon”, titula en primera plana Le Monde.

El vespertino informa que “en el terreno, algunos militantes ya no hacen campaña por Fillon porque están cansados de ser objeto de comentarios hostiles de los electores a causa de los escándalos” de su candidato.

“Numerosos responsables y militantes de derecha dudan de que pueda ganar. Fillon solamente puede contar ahora con la fidelidad de un puñado de seguidores”, agrega Le Monde .

Los últimos escándalos del candidato de la derecha y el centro son relojes a 10.000 euros, pero, sobre todo, trajes de 6.500 euros. Regalos de personas que, supuestamente, no esperaban nada a cambio, lo cual es difícil de creer.

“Esto ha afectado aún más la imagen de Fillon”, escribe el vespertino, que cita a un militante fillonista. “En mi ciudad, hay una fábrica Peugeot. Yo no puedo defender delante de los obreros esos trajes de lujo. Siento una mezcla de fatalismo y asco”.

Fillon ha contratacado denunciando un complot del presidente para impedir su victoria, una presunta “oficina negra” (cabinet noir). Las sospechas se basan en un libro publicado hace unos días por tres periodistas, “Bienvenu Place Beauvau”, algo así como “Bienvenido al ministerio del Interior”.

El candidato conservador asegura que existe una oficina clandestina del Elíseo que se dedica a filtrar a la prensa escándalos que torpedean su campaña.

“Son quejas vagas y sin fundamento de los fillonistas”, titula Libération. El diario de izquierda agrega que en ese libro “no hay ninguna prueba de la existencia de esa oficina negra”.

Pero tampoco hay pruebas de que no exista, escriben también los autores. "Seis diputados y senadores del partido de derecha de Fillon han pedido la apertura de una investigación al procurador de París y al procurador nacional financiero, informa La Croix.

Según ellos, la lectura de 17 pasajes del libro revela que “se han cometido hechos susceptibles de distintas calificaciones penales”, entre otras, corrupción, tráfico de influencia, abuso de autoridades, violación de la vida privada.

Le Figaro recuerda que en materia de “oficinas negras”, Mittérand demostró durante sus 14 años de presidencia que los socialistas tienen en este campo “disposiciones naturales sobresalientes”.

El diario de derecha se pregunta si Hollande también utiliza “esos métodos cuestionables”, si lo hace no sólo contra rivales de su propio partido, como afirma el libro, sino también, eventualmente, contra Fillon.

Pero para saberlo, sería necesario abrir una investigación sobre las revelaciones contenidas en el libro.

“Si la fiscalía nacional financiera pudo lanzar una investigación contra Fillon tres horas después de la publicación de las revelaciones sobre los empleos ficticios de su esposa, no se entiendo por qué no debería hacer lo mismo a propósito de un libro cuyas revelaciones tienen tanto impacto”, escribe Le Figaro.
 

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