Manuel Valls declara ‘muerto' el Partido Socialista y quiere sumarse a Macron
El ex primer ministro socialista anunció que la histórica formación de izquierda francesa había desaparecido y anunció su intención de ser candidato del movimiento político de Emmanuel Macron en las elecciones legislativas. Reconfiguración de sistema de partidos de Francia.
Primera modificación:
La victoria de Emmanuel Macron por fuera de las formaciones tradicionales supuso un sismo en el paisaje político francés que se reacomoda de cara a las elecciones legislativas de junio, en la que el mandatario electo busca una mayoría para gobernar el país.
Prueba del terremoto provocado por la victoria de la formación En Marche!, el ex ministro socialista y candidato fallido en las internas de su partido, Manuel Valls, anunció este lunes que “este Partido Socialista ha muerto”. “Está detrás nuestro, no su historia y sus valores, pero debe superarse”, explicó al micrófono de la radio RTL.
Por otor lado, Valls aseguró que pretenden ser candidato del movimiento político de Macron, aunque aseguró que todavía se considera un "hombre de izquierda" y "un socialista".
"Voy a ser candidato de la mayoría presidencial y quiero inscribirme en ese movimiento (...) La República en Marcha", invitando a hacer lo mismo a los "progresistas" y a los que pidieron el voto para Macron en la segunda ronda de las presidenciales.
Sin embargo, uno de los portavoces de Macron, Benjamin Griveaux, señaló que la comisión nacional de La République en Marche, nuevo nombre de la formación En Marche, no había otorgado la investidura a Valls.
Lo cierto es que los tiempos se aceleran de cara a las elecciones legislativas previstas el 11 y 18 de junio. Mientras los socialistas tratan de juntar lo que queda de la formación tras una paliza histórica, la derecha ha elegido trata de evitar una fuga masiva hacia Macron.
La formación conservadora Los Republicanos, pasada la pesadilla de la presidencial, sueña con obtener una mayoría en las legislativas, imponer a Macron una "cohabitación" y obligar al presidente a designar a un primer ministro que sea de su campo.
"Macron es un coloso con pies de barro, elegido sin ganas ni entusiasmo. Estamos derrotados pero no muertos" afirmó el vicepresidente de Los Republicanos, Laurent Wauquiez.
Por su lado, la extrema derecha espera instalarse sólidamente en el paisaje político francés, gracias a la dinámica de la presidencial que le permitió a Marine Le Pen obtener 10,6 millones de votos en la segunda vuelta, el mejor resultado de su historia a nivel nacional.
El Frente Nacional (FN) ya se ve como "primer partido de la oposición", aunque no es fácil que consiga tantos escaños en el parlamento: el voto con sistema mayoritario a dos vueltas no le es favorable. El FN tiene solamente dos diputados actualmente.
Gracias a sus siete millones de votos en la primera vuelta, el líder de la izquierda radical Jean-Luc Mélenchon espera también obtener buen resultado en las legislativas, pero sus dificultades en cerrar alianzas con los comunistas o los ecologistas podrían costarle escaños.
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