Los 100 días en el Elíseo del presidente "jupiteriano"

Los franceses ponen fin a su luna de miel con Emmanuel Macron, que cae hasta un 36% de popularidad cien días después de llegar al Elíseo. Su buena imagen internacional constrasta con su cuestionamiento a nivel interno. La ejemplaridad prometida en su gabinete que luego remodeló, primer gran revés. 

Macron REUTERS/Charly Triballea

Más distante, vertical, sin entrevistas y con gestos demostrativos de su poder autoritario. Así y en contraste con el hiperpresidente exaltado Sarkozy y el anodino presidente "normal" Hollande, nacía el autodefinido estilo "jupiteriano" de Emmanuel Macron. 100 días después de llegar al Elíseo, fecha que se cumple este martes, la luna de miel con los franceses ya está rota. 

Lo cierto es que incluso el "estado de gracia" como nuevo presidente no ha soportado mucho tiempo.  Sólo un 36% de los franceses se muestran satisfechos con sus primeros cien días en el poder, diez puntos por debajo de su antecesor, el impopular expresidente Hollande.

La buena imagen internacional desplegada por Macron en cumbres como el G7 o el G20 contrasta, de puertas para adentro, con que sólo un 23% de los franceses según un sondeo de IFOP considere que las cosas estén cambiando mínimamente en el país, frente a un 38% que afirman que nada ha cambiado y un 39% que dicen que incluso van a peor.  

Popularidad de Macron

Cote de popularité : Macron baisse dans tous les sondages https://t.co/fUfPSMkjVR pic.twitter.com/zvTKeRLt1b

  Le JDD (@leJDD) 4 de agosto de 2017

Macron había prometido un gobierno de "irreprochables" y tuvo en este episodio su primer gran revés. Cuatro de los ministros de su primer gabinete (ya ha remodelado al Ejecutivo en una ocasión), se vieron obligados a dimitir un mes después de haberse constituído el gobierno por sospechas de empleos ficticios y de nepotismo en su entorno. A esto hay que sumarle una dimisión de calado, sin precedentes en la historia de la V República, la del jefe del Estado Mayor, el general Pierre de Villiers, por una disputa abierta con Macron a propósito del recorte presupuestario de 850 millones de euros en el presupuesto militar.

El presidente ha dado por consigna vacacional a sus ministros estar lo suficientemente cerca de París como para poder regresar de inmediato en caso de emergencia. A la vuelta de los días de descano, al gabinete se le avecina un otoño caliente. Varios sindicatos han fijado ya fechas para protestar contra la reforma laboral que el Gobierno prepara.