Brigitte Macron, ¿una primera dama más transparente?
El gobierno francés ha publicado la 'carta' que define las funciones de la esposa del presidente Emmanuel Macron. La novedad del documento reside en la transparencia de la agenda de Brigitte Macron y de los presupuestos de su equipo.
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Por Clara Carreira
El rol de la esposa del presidente francés será, finalmente, el mismo que el de sus predecesoras. Brigitte Macron se encargará de acompañar al mandatario en los actos oficiales, de supervisar las recepciones en el Elíseo, de responder al correo de los franceses y de apoyar las obras de carácter caritativo, cultural o social.
La mujer de Emmanuel Macron tendrá que dialogar “con los actores de la sociedad civil en los temas de discapacidad, educación, sanidad, protección de la infancia o igualdad hombre-mujer”, explica el documento publicado este lunes por la Presidencia francesa. Y “el presidente podrá encargar a su esposa la reflexión y proposición en relación con los temas descritos anteriormente”, completa.
La mujer del mandatario contará con un equipo humano inferior al de sus predecesoras, formado por dos asesores y una secretaria. Valérie Trierweiler, expareja del expresidente François Hollande, tenía cinco colaboradores y Carla Bruni-Sarkozy, esposa del expresidente Nicolas Sarkozy, ocho. A gran distancia se encuentra Bernadette Chirac, esposa del expresidente Jacques Chirac, que contaba con una veintena de personas. Al igual que sus predecesoras, Brigitte Macron no será remunerada.
Una 'carta', no una ley
La novedad del documento publicado este lunes por el Elíseo, y que no tiene un valor jurídico, reside en la transparencia tanto de la agenda de Brigitte Macron como de los gastos de su equipo, que se integran en los presupuestos de la presidencia. Por el momento se desconoce cuánto se destinará.
Emmanuel Macron, desde el inicio de su campaña, pretendía establecer un estatuto de primera dama para acabar con la, según él, “hipocresía francesa”. Ante la reticencia de sus ciudadanos, tuvo que reducir sus ambiciones, como lo deja ver esta 'carta' sobre el papel de su esposa Brigitte.
En julio, Thierry Paul Valette, fundador del movimiento Igualdad Nacional, lanzó en Internet una encuesta contra la creación de un estatuto de primera dama que ha recogido, hasta el momento, 317.166 firmas. Según un sondeo llevado a cabo en mayo de 2016 por el Ifop, el 69% de los franceses no están dispuestos a un cambio en el estatuto de primera dama.
Esta negativa por parte de la ciudadanía y de algunos políticos se da en un contexto en el que el propio gobierno ha adoptado, a partir de la ley de moralización de la política que diputados, senadores y alcaldes no puedan contratar a miembros de su familia.
¿Y en el resto de Europa?
El estatuto de la “primera dama” francesa es único con respecto a los otros países europeos. En el caso alemán, Joachim Sauer, cónyuge de Angela Merkel, se dedica a su profesión como físico y apenas otorga entrevistas si no tienen que ver con su especialidad.
En Reino Unido, Philip May, marido de la primera ministra Theresa May, sigue la misma línea ya que también continúa con su trabajo, en este caso de banquero. Tampoco tienen ningún beneficio los cónyuges de los mandatarios de España, Luxemburgo, Suecia, Italia y Grecia. Por su parte Eslovenia sí que prevé comenzar a remunerar los gastos del cónyuge del presidente.
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