El correo francés se ofrece para cuidar a los más viejos
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La Poste, el servicio postal francés, lanzó un servicio en el que los carteros se ocupan de los adultos mayores. Una solución que en Francia abrió el debate acerca de su pertinencia y efectividad en un país que cada vez se hace más viejo.
Los franceses viven más y el número de personas de la tercera edad no para de aumentar cada año. En 2015 la esperanza de vida casi llegaba a los 83 años y eso implica buscar soluciones en medio de una vida moderna que deja menos tiempo para ocuparse de los ancianos. La Poste, el Correo francés, encontró una solución para hacer más fácil la vida de los viejos y de sus familias.
La idea del Correo es combatir el aislamiento que viven miles de ancianos franceses que tienen lejos a sus familiares.
Unos 40 mil carteros, de los 73 mil que trabajan actualmente en el Correo, han sido formados para entregar este tipo de servicios. En un futuro cercano todos podrían estar capacitados para este trabajo y de esta manera no llegar a suprimir empleos.
Pero más allá de la organización misma de este nuevo servicio, ¿qué tan útil es para los adultos mayores recibir la visita de un cartero una o seis veces por semana? Sobre todo si se tiene en cuenta que en 2050 Francia contará con unos 70 millones de habitantes. Uno de cada tres de esos habitantes tendrá más de 60 años, un aumento importante si consideramos que en 2005 se contaba a uno de cada cinco.
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