Saltar al contenido principal
Enfoque Internacional

De capa caída, el FN quiere cambiar su nombre

Primera modificación:

El ultra derechista Frente Nacional intenta renovarse con un nuevo nombre anunciado el pasado fin de semana en el Congreso del partido. 

Marine Le Pen, jefa del Frente Nacional francés, en la clausura del Congreso del partido en Lille, Francia, el 11 de marzo de 2018.
Marine Le Pen, jefa del Frente Nacional francés, en la clausura del Congreso del partido en Lille, Francia, el 11 de marzo de 2018. REUTERS/Pascal Rossignol
Anuncios

"La denominación "Frente Nacional" carga una historia que no renegamos [...] pero para muchos franceses es un freno psicológico para unirse a nuestras filas y votar por nosotros", afirmó la líder del partido de extrema derecha, Marine Le Pen, para justificar su propuesta de rebautizarlo "Agrupamiento nacional". Un nuevo nombre que los militantes aún deben validar y que, de inédito, tiene poco.

La historiadora y especialista de la extrema derecha, Valérie Igounet, recuerda que "es el nombre de un partido que, durante la Segunda Guerra mundial, fue favorable a la colaboración con los nazis." Ignounet agrega que el Frente Nacional ya usó esos términos en la campaña de las legislativas de 1986. "Sabiendo que Marine busca liberarse del padre y de la historia de su partido, es una elección extraña"

Tras su fracaso en la segunda vuelta presidencial el año pasado, Marine Le Pen intenta relanzarse. Además, la formación de ultra derecha ha perdido dos figuras importantes: su sobrina Marion-Maréchal Le Pen y Florian Philippot, que promovía la salida del euro. 

Matthieu Petithomme es politólogo de la Universidad de Besançon. Explica que en mayo de 2017, Le Pen "hizo un debate televisual en directo muy malo, mostrando que no tenía el nivel de conocimiento de los distintos temas sobre Francia. No era creíble."

De hecho, según una encuesta reciente, la líder de la ultra derecha francesa ha perdido todo lo que había ganado con su política de desdiabolización del partido, iniciada cuando tomó el relevo de su padre en 2011.

"El Frente Nacional ha tenido un ciclo político desde 2002 que le ha dado muchos resultados electorales. Pero después de 15 años, puede que estemos llegando al final de este ciclo. Una gran parte de la población está cada vez más convencida que ese partido no puede gobernar", agrega Matthieu Petithomme.

Insultos racistas

El nombre cambia pero perdura la llama tricolor como emblema del partido extremista, la cúpula y la línea política: identidad, seguridad e inmigración.

El pasado fin de semana, Le Pen confirmó sin embargo una estrategia nueva que había esbozado durante la campaña presidencial: quiere formar alianzas. Un paso obligado para dejar de ser un partido de protesta y de oposición y convertirse en un partido de gobierno, gran anhelo de los ultraderechistas.

Aliarse claro, pero ¿con quién? Fuera de algunas voces aisladas, la derecha tradicional se niega. A pesar de las declaraciones de vitrina, el Frente Nacional no ha cambiado de ADN. Este fin de semana, tuvo que suspender al número dos de su organización juvenil por presuntos insultos racistas.

Y el gran invitado de su Congreso fue el ex consejero de Trump, Steve Bannon, encarnación de la derecha más dura de Estados Unidos.

EntrevistadosValérie Igounethistoriadora del CNRS y especialista de la extrema derecha, y Matthieu Petithomme, politólogo de la Universidad de Besançon

Boletín de noticiasNoticias internacionales esenciales todas las mañanas

Siga toda la actualidad internacional descargando la aplicación RFI

Ver los episodios restantes
Página no encontrada

El contenido que solicitó no existe o ya no está disponible.