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Francia

1° de mayo: ¿Quiénes son los ‘black blocs’, detrás de los desmanes en París?

Los actos de vandalismo registrados el martes en París, que culminaron con tiendas destrozadas y automóviles incendiados, tenían por protagonistas a los llamados ‘black block”, jóvenes de extrema izquierda anarquistas con métodos violentos. ¿De dónde vienen? ¿Cómo se organizan?

Un hombre con el rostro cubierto enfrenta a la policía el 1° de mayo de 2018 en París.
Un hombre con el rostro cubierto enfrenta a la policía el 1° de mayo de 2018 en París. Fuente: Reuters.
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La manifestación del Día del Trabajador en Francia estuvo marcada por actos de violencia en París, que dejaron tiendas destruidas y 109 personas detenidas. Los destrozos se concentraron en un restaurante McDonad’s y una concesionaria de automóviles Renault cerca del puente de Austerlitz, donde también dejaron vidrieras de negocios destruidos y maquinaria de una obra en llamas… Detrás de los actos de vandalismo, jóvenes encapuchados, rostros cubiertos, indumentaria negra: los “black blocs”.

Su origen remonta a la Alemania de los años 80, con los movimientos autónomos anticapitalistas de inspiración anarquista. Pero es sobre todo en Seattle (EE.UU.) en 1999 que se dieron a conocer a nivel internacional con las protestas de la Cumbre de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Su presencia puede verificarse hoy en las protestas antes las principales citas de organismos internacionales en Europa y Estados Unidos.

Entre los 200 “black blocs” contabilizados el martes por la policía francesa, se resaltaban los signos distintivos de estos grupos: cubiertos de negro de manera que no puedan ser fácilmente identificados, van preparados para enfrentarse con la policía: llevan máscaras antigases, bengalas, martillos para destruir vidrieras y a veces bombas molotov, pero los proyectiles utilizados para romper vidrieras o arrojarlos a las fuerzas del orden suelen encontrarlo en el lugar mismo de la manifestación, rompiendo el pavimento.

Estas protestas violentas parecen espontáneas, se forman rápidamente y no tienen una jerarquía visible. Sin embargo, existe un modo de operar recurrente: llegan de a dos o tres para no llamar la atención y se reagrupan a último momento, se comunican de manera discreta y anónima en internet, y son reacios a hablar con la prensa. Prefieren difundir su accionar filmado a través de las redes sociales.

Aunque pueden llevar banderolas – el martes podía leerse “Marx ataca”, “Peligro para el orden público” y la “A” anarquistas estampada en banderas negras-, el mensaje es la metodología, la violencia: conquistar el espacio público, ensañarse con los símbolos del capitalismo -un McDonad’s, una agencia bancaria- y sobre todo enfrentarse con la policía.

“Estamos hartos de este sistema capitalista que destruye todo, de la represión policial brutal para quienes se oponen a ella. Queremos un cambio radical, que se escuche a la sociedad, queremos ecología, altermundialismo”, dijo uno de ellos, identificándose como un estudiante de 19 años en declaraciones a la agencia AFP.

Los actos de vandalismo del martes dieron lugar a un cuestionamiento del accionar policial francés, acusado de no haber actuado antes de que la violencia pasara a mayores. La policía alega que es difícil prevenir este accionar.

“Podríamos contemplar todos los filtros posibles, pero encuentran proyectiles en el lugar”, deplora David Le Bars, del sindicato de comisarios, que subraya que las técnicas del “black bloc” son “imparables, paramilitares”.

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