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Enfoque Internacional

¿Qué futuro para el movimiento de los 'chalecos amarillos'?

Primera modificación:

Después de casi un mes de movilizaciones puntuales, el movimiento popular de los “chalecos amarillos” podría verse frenado este fin de semana, luego de las concesiones anunciadas por el presidente y del atentado en Estrasburgo.

Policías desmantelan el refugio de 'chalecos amarillos' en un camellón, este 14 de diciembre de 2018 en Fontaine-Notre-Dame.
Policías desmantelan el refugio de 'chalecos amarillos' en un camellón, este 14 de diciembre de 2018 en Fontaine-Notre-Dame. REUTERS/Pascal Rossignol
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Tras el atentado en Estrasburgo y las medidas anunciadas por el presidente Emmanuel Macron, la movilización para el Acto 5 de los “chalecos amarillos”, este sábado 15 de diciembre, podría ser menos importante que las semanas pasadas.

La socióloga y profesora honoraria de la Universidad de Artois, Maryse Esterle, percibe un cierto desgaste y agotamiento por parte de este movimiento social aunque subraya que es difícil prever lo que va a pasar, debido entre otras cosas a la heterogeneidad del movimiento.

“La intervención de Macron parece que no tuvo mucho efecto en general sobre el punto de vista de los ‘chalecos amarillos’, sabiendo que es muy complicado porque este movimiento como se sabe no es un movimiento organizado, no tiene representantes legítimos. (…) Es muy difícil decir lo que van a hacer los ‘chalecos amarillos’ porque hay tantos puntos de vista como hay ‘chalecos amarillos’”, explica la socióloga.

Sobre el atentado de Estrasburgo, Esterle comenta que “no se sabe muy bien lo que va a pasar por la heterogeneidad del movimiento y también por no saber exactamente todavía cuáles son las medidas que va a tomar el Gobierno para proteger los sitios públicos y los puntos un poco críticos con respecto a la seguridad, hablando de los atentados”.

“Lo que se puede divisar es que en los últimos sábados, cada vez hubo menos gente, y cada vez, más violencias. Eso quiere decir que hay un cierto cansancio de los ‘chalecos amarillos’ que no quieren esta violencia. Yo creo que hay un cansancio de la gente, un apoyo de la población que empieza a aflojarse porque hay muchas degradaciones en zonas urbanas, muchas tiendas que han sido destrozadas bajo el nombre de ‘chalecos amarillos’… Es un movimiento que de por sí lleva una dificultad inmensa a organizarse y esto permite todo tipo de desviaciones”, estima Maryse Esterle.

El sábado 17 de noviembre, en el primer día de acción nacional convocado por los "chalecos amarillos", unas 300.000 personas participaron en protestas en todo el país, mientras que el sábado pasado sólo participaron un poco más de 100.000 personas, 8.000 de ellas en París.

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