La reseña de la prensa francesa del 8 de marzo de 2016
Primera modificación:
Una vez más, la prensa francesa habla de refugiados, de que Europa ya no quiere recibir más refugiados, que ha cerrado sus puertas a los refugiados. "Eso fue lo que quedó claro ayer en la enésima cumbre de jefes de Estado europeos dedicada al tema de los migrantes que sirvió para constatar el fracaso de la política alemana de puertas abiertas", según comenta el diario de izquierda Libération y afirma que Grecia parece destinada a convertirse en el "campo de refugiados de la Unión Europea", junto con Turquía que podría ayudarle a soportar esa carga a cambio de dinero y de unas cuantas prerrogativas, como eliminar las visas para los ciudadanos turcos en todos los países de la UE. "Y Europa está dispuesta a pagarle a Turquía para poder sobrevivir a esa crisis humanitaria sin precedentes a la que está enfrentada. Proclamando que el tiempo de la generosidad se acabó, los europeos esperan disuadir a los migrantes", subraya Libération.
El matutino conservador Le Figaro considera que finalmente los europeos están usando el sentido común al cerrar la puerta a los migrantes y opina que durante los veinte meses de crisis migratoria se dejaron llevar por la "culpabilidad" más que por la razón. Pero al mismo tiempo este periódico advierte que Bruselas no debería aceptar la eliminación de visas para los ciudadanos turcos porque el riesgo es que en lugar de refugiados sirios, Europa se llene de migrantes turcos, lo que equivaldría "a cambiar sirios por turcos".
Le Monde resume la situación con esta fórmula: "Europa se pone en manos de Turquía". El vespertino explica que en Grecia hay una situación explosiva porque si ya el país tenía bastantes problemas económicos, ahora tiene además que hacer frente a decenas de miles de migrantes. Sólo en Atenas habría diez mil refugiados, lo que ha cambiado completamente el rostro de la capital griega. El periódico asegura también que en la antigua RDA, se han multiplicado últimamente los ataques contra "los recién llegados".
Le Monde revela por otra parte que el presidente francés François Hollande condecoró "a escondidas" al príncipe heredero de Arabia Saudita el viernes pasado. En efecto, cuenta el diario que la presidencia no le informó a nadie que se le iba a otorgar (o que se le había otorgado) la Orden de la Legión de Honor, la más alta condecoración de la República francesa, al príncipe Mohamed Ben Nayef. El Palacio del Elíseo se limitó a publicar en su página internet fotografías del encuentro entre el mandatario francés y el príncipe saudí, sin ninguna leyenda. En una de las fotos se ve que el príncipe tiene en la mano un estuche rojo con una medalla, pero ni una palabra de explicación. Sin embargo la noticia fue divulgada por la agencia de prensa saudí y la presidencia francesa se vio obligada a confirmar. Y eso ha causado revuelo, porque se considera que el régimen saudí no es nada respetuoso de los Derechos Humanos y de las libertades y sobre todo porque fue muy evidente la intención de ocultar la condecoración a la opinión pública francesa.
Para conmemorar el Día Internacional de la Mujer, Le Figaro publica un artículo sobre las desigualdades salariales entre hombres y mujeres en Francia. Explica que el salario de las mujeres siempre es inferior al de los hombre aunque ocupen los mismos cargos, que las mujeres tienen mejores resultados escolares pero con los mismos diplomas ocupan empleos de categoría inferior. "Las disparidades varían según las regiones", comenta el periódico y precisa que la región parisina es donde las cosas son más equilibradas, hay más mujeres que ocupan altos cargos pero la diferencia salarial no deja de ser importante. Las mujeres ejecutivas de la región parisina ganan 23 ,5 % menos que los ejecutivos hombres.
El comunista L'Humanité le da la palabra (o mejor la pluma) a nueve mujeres para que escriban sobre la situación de la mujer en el mundo laboral y Le Monde comenta el debate sobre el derecho a defenderse de las mujeres golpeadas por sus esposos. Debate candente aquí en Francia a raíz del caso de una mujer que mató a su marido violento que la había maltratado durante décadas y que había violado a las dos hijas. Fue condenada a 10 años de cárcel y el presidente Hollande le concedió un indulto. Posteriormente, una diputada ha anunciado un proyecto de ley en el que pretende establecer que en esos casos la mujer puede invocar la legítima defensa. Pero esa iniciativa es muy controvertida –comenta Le Monde– porque se considera que equivaldría a reconocer la incapacidad del Estado para defender a las mujeres víctimas de violencia doméstica e incitarlas a hacerse justicia por sí mismas.
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