Saltar al contenido principal

El caos libio 5 años después de Gadafi

La vida cotidiana de los libios está pautada por cortes de electricidad y caos institucional cinco años después de la muerte de Gadafi. Los partidarios del exdictador sostienen en redes sociales que el estado actual de anarquía prueba que el líder libio era un visionario que había anticipado el caos

Imagen de militar armado en Libia en 2011
Imagen de militar armado en Libia en 2011 REUTERS/Kevin Lamarque
Anuncios

Se cumplen cinco años de la muerte de Muamar el Gadafi y si una palabra puede resumir el momento que vive Libia, ésa sería desolación. En la noche del 19 al 20 de octubre de 2011 Gadafi resultó herido por un ataque aéreo de la OTAN cuando intentaba esquivar el asedio a Sirte. Bajo el paraguas de la ONU y la resolución 1973 del Consejo de Seguridad, Reino Unido, EE.UU. y una Francia liderada por Sarkozy (otrora aliado del dictador) abanderaron la operación militar contra Gadafi que llevaba 42 años en el poder. De inmediato fue capturado y linchado por las milicias de Misrata. Desde su caída hace ahora un lustro, el país sufre inseguridad y penuria. Muerto el sátrapa no hubo una transición política. La vida cotidiana de los libios está pautada por cortes de electricidad y largas filas de espera en las entidades financieras por falta de liquidez. Un país desgarrado por crueles e impunes luchas de influencia que han llevado a una buena parte de los libios a añorar aquella época de mano de hierro de Gadafi. Mejor un tirano en orden que mil aprovechando un caos, piensan muchos, cinco años después.

Los partidarios del exdictador sostienen en redes sociales que el estado actual de anarquía prueba que el líder libio era un visionario que había anticipado que tras su propia desaparición Libia sería un caos. Aprovechando la coyuntura, en un país rico en petróleo con numerosas tribus y con fronteras desérticas y porosas, yihadistas de todo tipo se asentaron en territorio libio junto a contrabandistas de droga, armas o migrantes.

Políticamente, el país permanece dividido entre dos autoridades rivales que se disputan el poder. Por un lado, en Trípoli, la capital, un gobierno de unidad nacional apadrinado por la ONU y por otro, una autoridad instalada en el este del país, zona controlada por las tropas del mariscal Jalifa Haftar que tomó el control de los pozos petroleros, que asienta su legitimidad en el Parlamento  del este pero reconocido tanto por el GNA como por la ONU. Haftar se proclama como el único capaz de controlar los bastiones yihadistas en el país. No obstante, no ha logrado terminar con las milicias cercanas a Al Qaeda que operan en Bengasi. Sus opositores temen que instale una nueva dictadura militar. Lo cierto es que al oeste, las autoridades del GNA desde Misrata tampoco logran eliminar los focos de resistencia del Estado Islámico.

Varios analistas apuntan el aspecto inevitable de esta dicotomía: los libios parecen destinados a decidir entre el caos de milicias y extremistas islamistas o el orden con mano militar. Además. existe el riesgo de que las dos autoridades se enfrenten directamente para controlar el país una vez hayan terminado con el combate yihadista.

Cinco años después, el propio Barack Obama ha reconocido en una entrevista en la cadena Fox el pasado abril que su peor error como presidente había sido “no planear el día después de lo que creo que fue la decisión correcta de intervenir en Libia”. Este mes de septiembre, un informe del Parlamento británico reprobaba a Cameron por la falta de previsión en la intervención libia. Además, e consejo de Seguridad de la ONU advirtió hace un año que Libia podía ser la nueva base del Estado Islámico con cifras estimadas entre 4.000 y 6.000 combatientes según cálculos del comando estadounidense para África (Africom). Muchos de ellos han llegado desde Siria e Iraq.

Boletín de noticiasNoticias internacionales esenciales todas las mañanas

Siga toda la actualidad internacional descargando la aplicación RFI

Compartir :
Página no encontrada

El contenido que solicitó no existe o ya no está disponible.