La reseña de la prensa francesa del 1 de marzo de 2017

François Fillon se mantiene como candidato de la derecha. Christophe ARCHAMBAULT / AFP

El conservador Le Figaro, que dedica su principal titular de portada al candidato de la derecha François Fillon, dice que Fillon quiere hundir el acelerador de su campaña electoral perturbada hasta ahora por sus enredos con la Justicia y que de aquí en adelante se va a dedicar de tiempo completo a hacer campaña. Una información que se ha quedado vieja, totalmente desactualizada porque Fillon anunció este miércoles que mantendrá su candidatura “hasta el final” a pesar de la inculpación que van a anunciarle los jueces de instrucción el próximo 15 de marzo.

En otro titular de portada Le Figaro habla de la sombra de Richard Nixon sobre la presidencia de Donald Trump. Se refiere en realidad a la sombra del Watergate porque, de acuerdo con este periódico, en Washington no pasa un solo día sin que las élites liberales y los medios de comunicación evoquen la eventualidad de una destitución de Trump. Si bien es cierto que la capital estadounidense está al borde de un ataque de nervios, también es cierto que el impeachment de Trump se ve muy lejano por el momento, comenta Le Figaro.

Libération hoy dedica su portada a los terroristas menores de edad y explica que hay actualmente en Francia 53 jóvenes de menos de 18 años inculpados por asuntos ligados con el terrorismo, sin hablar de los que están siendo vigilados por sospechas de vínculos con organizaciones terroristas. Ese problema es todo un desafío para la Justicia, explica el periódico porque a menudo las motivaciones de los adolescentes no son ideológicas sino justamente motivaciones de adolescentes. El tabloide cita el ejemplo de una jovencita que se refugió en el islam radical porque sus padres le prohibían salir a divertirse y sólo tenía derecho de ir a la mezquita. Y de otra adolescente que escribía cartas de amor a los yihadistas en las que se decía locamente enamorada y los consideraba sus héroes. Otros buscan la trascendencia en el islam, otros encuentran en la fe una forma de escapar al suicidio, en fin, las motivaciones son múltiples y las preguntas para la sociedad también lo son. "Qué hacer con esos jóvenes, cómo juzgarlos y cómo diseñarles un porvenir diferente por fuera del islamismo radical", son las preguntas que se plantean no sólo los jueces llamados a pronunciarse sobre la suerte de esos jóvenes sino toda la sociedad francesa en opinión de Libération.

El comunista L'Humanité destaca por su parte lo que califica de "encrucijada guerrerista". L’Humanité sostiene que al multiplicar las intervenciones militares por fuera de las fronteras, el presidente Hollande deja a Francia en una peligrosa encrucijada guerrerista porque sin aportar respuestas políticas, diplomáticas y económicas a las crisis en África y en el Medio Oriente, las guerras no pueden sino prolongarse y prolongarse indefinidamente. El matutino comunista dice que Hollande ha retomado la retórica de Bush sobre la guerra contra el terror, con el riesgo de atizar los conflictos y exponer a Francia a empantanarse en las guerras exteriores.

Pero también en primera plana L’Humanité publica un titular que parece el título de una novela: "El hombre que quería limpiar el mar". Es la historia de un navegante francés de nombre Ivan Bourgnon que ha diseñado un velero rastrillo para ir recogiendo los desechos plásticos que abundan en los océanos. Un invento súper sofisticado con dispositivos electrónicos para ahuyentar a los peces de manera que no terminen confundidos con el plástico. El hombre aspira a recoger 1.500 toneladas de plástico por año y sensibilizar sobre los estragos que ese material está causando en la fauna y la flora marinas.