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Enfoque Internacional

Boicot contra los productos israelíes o 'Intifada diplomática'

Primera modificación:

Desde 2005, los palestinos adelantan una campaña de boicot a los productos israelíes fabricados en las colonias de Cisjordania. La operación exhorta a las compañías extranjeras a  retirarse del país, a los intelectuales a no aceptar invitaciones y a los cantantes de prestigio a no presentarse en territorio israelí mientras continúe la ocupación de las tierras palestinas.

Campaña BDS en Francia contra la presencia del operador telefónico francés Orange en Israel.
Campaña BDS en Francia contra la presencia del operador telefónico francés Orange en Israel. bdsfrance.org
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La organización 'Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) orquesta esta campaña, denominada 'Intifada diplomática', con el propósito de crear problemas económicos y diplomáticos en Israel.

Mustafá Barghuti, responsable de BDS, explica que se trata de "una estrategia alternativa de liberación para los palestinos, que combina la resistencia popular no violenta con la campaña de boicot a los productos israelíes, porque creemos que la combinación de estos dos elementos puede cambiar el equilibrio de poder y hacer que la ocupación israelí no sea rentable. Hoy la ocupación genera beneficios. Lo que pedimos es una campaña de boicot fuerte para que Israel detenga la ocupación, permita a los palestinos tener sus derechos y ponga fin al sistema de discriminación y de apartheid".

Pese a que la comunidad internacional considera ilegales los asentamientos israelíes en territorio palestino, su expansión prosigue. Actualmente, 300.000 colonos viven en Cisjordania y alrededor de 200.000 en Jerusalén Este.

En un momento en que las negociaciones de paz se encuentran estancadas, la política de BDS gana adeptos.

En caso de que el boicot fuera efectivo, podría costar aproximadamente 10.000 empleos y pérdidas de 3.000 millones de dólares anuales a la industria israelí.

Emmanuel Nahshon, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel, precisa que la dimensión económica de la campaña BDS no preocupa al gobierno. Pero observa que "los movimientos de BDS ahora son como una plataforma para los movimientos de extrema derecha, de extrema izquierda e islamistas, que expresan por ese medio su odio a Israel y al pueblo judío".

BDS trabaja para extender su campaña a América Latina.

 

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