Elecciones cruciales en Irán

55 millones de iraníes están convocados a las urnas este viernes para elegir a los miembros el Parlamento y de la Asamblea de Expertos, ambos dominados por los conservadores. Se trata de la primera cita con las urnas desde el levantamiento de las sanciones a la República islámica en enero pasado. El presidente Rohani espera una victoria de los moderados.

Mujeres en un acto de campaña de los reformistas en Teherán, 20 de febrero de 2016. Foto: Reuters

Los iraníes votarán entre 5.000 candidatos, el 10% de ellos son mujeres, para renovar los 290 escaños del Parlamento y entre 161 para elegir a los 88 integrantes de la Asamblea de Expertos, un grupo poderosísimo de clérigos cuya tarea es nombrar y reemplazar al guía supremo.

Las elecciones son importantes por varias razones. Supone la vuelta al ruedo electoral de los reformistas que en 2012 habían boicoteado los comicios en protesta por la reelección en 2009 del conservador Mahmud Ahmadinejad por considerar que hubo fraude. Unas elecciones que provocaron manifestaciones multitudinarias en lo que se conoció como la “Marea Verde”. La represión se saldó con muertos y detenciones. Los principales opositores, Mir Hosein Musavi y Medhi Karubi continúan en arresto domiciliario desde que fueran detenidos en 2011.

En estas elecciones sí participan pues los reformistas, que además han decidido aliarse a los moderados para aumentar sus posibilidades de llegar a las instancias representativas. Aunque no todos estarán en las listas puesto que el Consejo de los Guardianes de la Constitución, que fiscaliza el proceso electoral, eliminó las candidaturas de los progresistas más notables. Se ha quedado fuera por ejemplo Hasan Jomeini, cercano a los reformistas y nieto del mismísimo fundador de la república islámica, el ayatolá Ruhola Jomeini. Los expertos consideraron que no se pudo verificar sus “conocimientos religiosos”.

Los ex presidentes Mohamad Jatami, reformista y Akbar Hachemi Rafsandjani, moderado, piden el voto para los candidatos pro Rohani para cortarle el paso a los conservadores, mayoritarios en ambas instancias, tanto en el Parlamento como en la Asamblea de Expertos. El presidente Rohani necesita el apoyo del Parlamento para llevar a cabo reformas sociales y económicas antes de que termine su mandato en 2017, así como la inversión extranjero.

El pueblo quiere empleo y no tantos discursos anti EEUU

Estas elecciones se celebran en un contexto muy diferente al de as anteriores. Son los primeros comicios desde que Irán y las potencias occidentales su pusieran de acuerdo sobre el programa nuclear iraní en julio pasado y en enero se levantaran las sanciones marcando el final del aislamiento de los persas en el concierto internacional.

A pesar de todo, la retórica anti Estados Unidos, tan característica de los clérigos iraníes conservadores, se ha vuelto a utilizar durante la campaña. “El pueblo quiere un parlamento valiente y devoto que conozca sus deberes y no se sienta intimidado por Estados Unidos”, dijo el guía supremo Alí Jamenei.

Pero en las calles, las inquietudes son otras. La principal preocupación de los iraníes es el desempleo que alcanza el 10% a nivel general y el 25% en cuanto al sector juvenil, mayoritario en el país. Y también la inflación. “Pido a los diputados que generen empleo para los jóvenes. Muchos acaban siendo vendedores ambulantes y para ellos es muy duro, una vergüenza”, afirmaba a la AFP, Fatemeh Hodjati, un ama de casa de 40 años en un barrio pobre del sur de Teherán.

Los resultados de las pequeñas circunscripciones y de las ciudades en provincia se conocerán 24 horas después de la votación pero para tener los de la capital, se tendrá que esperar tres días. (con AFP)