El calvario de los habitantes de Faluya
A pesar del avance de las fuerzas iraquíes en Faluya, unos 50.000 civiles siguen bloqueados en esta cuidad a 50 km al oeste de Bagdad y en poder del grupo Estado Islámico desde 2014. Quienes logran huir enfrentan luego las represalias de los milicias chiitas que participan en la ofensiva, denuncia la ong Amnistía Internacional.
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La reconquista de Faluya será una cuestión de días. Así lo aseguran las tropas iraquíes que lanzaron el pasado 23 de mayo una ofensiva para recuperarla junto con milicias paramilitares chiitas y el apoyo aéreo de la coalición internacional liderada por Estados Unidos. El pasado 30 de mayo, entraron en Faluya. Pero su avance es lento, en particular por los numerosos artefactos explosivos que los yihadistas colocan en autos o viviendas en su retirada.
En la ciudad, en manos del grupo Estado Islámico (EI) desde enero de 2014, están bloqueados unos 50.000 civiles. "En Faluya, la situación es desastrosa: los residentes se encuentran bajo estado de sitio desde hace más de un año, con muy poca comida y no hay medicamentos", cuenta a RFI Donatella Rovera, responsable de crisis y conflictos en la ong Amnistía Internacional. "Los combatientes del EI les impiden huir y los que lo intentan y son descubiertos, los matan", agrega Rovera, de regreso de Irak.
Hombres y adolescentes torturados por las milicias chiitas
Algunos civiles han logrado escapar de Faluya pero se enfrentan luego a las represalias de las milicias chiitas que participan en la reconquista de la ciudad. Estos grupos paramilitares "interceptan a las personas que huyen de las zonas de combates, detienen de manera arbitraria a los hombres y adolescentes, niños de 15 o 16 años y los llevan a lugares de detención desconocidos donde los torturan", explica Rovera. Amnistía Internacional ha recibido informaciones de hombres que han muerto bajo la tortura en la ciudad de Saklawiya, agrega.
Las milicias chiitas "operan con el acuerdo del gobierno pero no están bajo control de las fuerzas gubernamentales y están actuando con impunidad completa", denuncia Rovera. Los sunitas que están viviendo en lugares bajo control del EI "son automáticamente considerados parte del Estado Islámico, sin embargo muchos de ellos no tuvieron otra opción, no pudieron huir", lamenta la responsable de Amnistía. Violaciones a los derechos humanos que se repiten en muchas zonas de Irak liberadas del yugo yihadista por las milicias paramilitares, denuncia la ong.
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