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Catar

Catar diversifica sus inversiones para consolidar su influencia internacional

El pequeño emirato en el que viven 2.7 millones de personas, sortea el aislamiento de los países vecinos ganando influencia internacional gracias a sus múltiples inversiones y sus caprichos deportivos.

El emir de Catar, jeque Tamim Ben Hamad Al Thani.
El emir de Catar, jeque Tamim Ben Hamad Al Thani. ®
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El multimillonario fichaje de Neymar por el Paris Saint-Germain ha vuelto a poner en evidencia la influencia del pequeño emirato de Catar, poseedor del club, que sortea prácticamente sin problemas el aislamiento que impulsó Arabia Saudí junto a los Emiratos Árabes, Bárein y Egipto. Catar, con su política de diversificación de inversiones –uno de los aspectos que más molesta a Riad-, sigue ganando visibilidad internacional y hace gala de su “poder blando”.

Catar es “el primer país de la península arábiga que decidió hace ya años cambiar el monocultivo del petróleo por una diversificación de sus inversiones, y eso incluye no solo el deporte sino el sector de las comunicaciones, la tecnología o el turismo”, explica Albert Garrido, experto en Oriente Medio y profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona. “Tiene incluso apalabrado un mundial de fútbol a pesar de que es un disparate porque es un país que no reúne las condiciones climáticas para jugar el fútbol”, añade Garrido para quien el objetivo de Doha no es otro que contrarrestar la política de impugnación puesta en marcha por Arabia Saudí.

Al-Jazeera, el mayor logro del "poder blando" en Catar

El ejemplo perfecto de la influencia de Catar es la cadena Al-Jazeera, una de las cadenas más reconocidas de información y la mayor de las cadenas árabes, lejos de Al-Arabiya, la televisión saudí. Cabe recordar que una de las exigencias de los saudís para levantar las sanciones era el cierre de la cadena catarí, que sirve como “ministerio de Asuntos Exteriores de Catar a nivel internacional”, según Garrido.

Los cuatro países árabes reclamaban a Doha mantener relaciones con grupos terroristas, una declaración difícil de mantener y que se refiere más bien a los contactos que Catar mantiene con Irán, enemigo de Arabia Saudí y con los Hermanos Musulmanes. No, o al menos que se sepa, con Al-Qaeda o el Estado Islámico.

Días después de la imposición, el emir de Catar, el jeque Tamim ben Hamad al Thani, insistía en la necesidad de desarrollar las fuentes de “poder blando” de Catar a nivel internacional. En ese momento se supo que querían comprar el 10% de American Airlines, plan al que renunció recientemente.

El deporte, una protección contra las sanciones

La compra de Neymar se inscribe en el mismo contexto. En una entrevista en Le Figaro, el filósofo Robert Redeker mencionaba, por ejemplo, como la gloria deportiva podría servir de “protección contra las sanciones político-económicas. En resumidas cuentas, un buen golpe de efecto para permitir que las cuestiones de fondo queden en segundo plano.

“De momentos los adversarios de Catar están paralizados frente a esa estrategia de rodeo porque ninguno de ellos posee un modo de comunicación tan potente en el ámbito del deporte internacional”, subrayó también en la AFP, Mathieu Guidère, profesor de geopolítica árabe en París.

El PSG 70.000 abonados en tres días

El fichaje deja claro que el emirato no se priva de nada, sobre todo si se consigue con dinero. Ahora que tienen el PSG con uno de los astros del fútbol, por el que pagarán en 5 años 712 millones de euros, están más cerca de la legitimidad futbolística para el mundial que acogen en 2022: esperan que en esa fecha el PSG ya haya sido campeón de Europa; Neymar se convertiría además en imagen del torneo y un reclamo publicitario. No es en ningún caso una operación filantrópica e incluso los cálculos económicos van más allá: “Neymar valdrá el doble en dos años”, decía esta mañana el presidente del club, Nasser Al-Khelaïfi.

Mientras tanto, cientos de personas hacían cola esta mañana ante la tienda oficial del PSG en los Campos Elíseos para conseguir la camiseta del jugador, que cuesta 100 euros, y, desde que se confirmó el fichaje, el número de seguidores del club en las redes sociales subió en 200.000 ‘me gusta’, en Twitter 147.000 en las últimas dos semanas y, desde este miércoles el equipo cuenta con 68.700 nuevos abonados. Hay que amortiguar el gasto.

Con AFP.

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