Los sirios comienzan a regresar a la devastada Guta Oriental
Un mes después del final de los combates la vida vuelve muy poco a poco a Guta Oriental. El Ejército se ha desplegado por primera vez en seis años en este cinturón rural de Damasco del que han salido los grupos armados de la oposición. Ha sido la batalla más dura de la guerra en Siria, según diferentes voces militares consultadas.
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Por Mikel Ayestarán desde Guta Oriental, Siria
Hay zonas destruidas del todo como Jobar, pero otras zonas no han resultado tan afectadas y por eso pueden regresar y rehacer sus vidas. Pan, electricidad y agua son las tres palabras más repetidas después de tantos años de cerco y de ataques aéreos y de artillería.
El Ejército de Islam, grupo apoyado por Arabia Saudita y la Legión de la Misericordia, apoyado por Qatar, lograron unir las diferentes localidades de Guta con una compleja red de túneles que ahora ha salido a la luz. Los combatientes vivían bajo tierra, allí tenían sus hospitales y oficinas. Algunos de esos túneles permitían incluso el tráfico de vehículos.
Los miembros de estos grupos islamistas partieron en autobuses hacia el norte tras alcanzar un acuerdo con el gobierno y con su adiós volvieron el Ejército y los servicios por parte de las autoridades.
Los únicos bombardeos que se escuchan ahora en Damasco son contra Al Yarmuk donde se atrincheran los milicianos del grupo yihadista Estado Islámico. Ellos no se rinden. Así que como ya ha ocurrido en otros lugares, la lucha puede terminar con combates casa por casa. Cuando termine, el gobierno habrá logrado asegurar la capital y alejar la amenaza de los grupos armados por primera vez en los últimos seis años.
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