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Enfoque Internacional

Armenia: Pachinián asegura tener apoyo del oficialismo y pide acabar protestas

Primera modificación:

El opositor armenio Nikol Pachinián pidió el miércoles a sus partidarios que cesen sus protestas, tras asegurar que cuenta con apoyo suficiente en el Parlamento para ser investido primer ministro en una nueva votación, el 8 de mayo. ¿Qué está en juego nacional y regionalmente en estas elecciones? 

Nikol Pachinian en un mitin en Erevan, el 2 de mayo de 2018.
Nikol Pachinian en un mitin en Erevan, el 2 de mayo de 2018. REUTERS/Gleb Garanich
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"Actualmente todos los grupos (parlamentarios) han dicho que apoyarán mi candidatura. La cuestión quedó resuelta" aseguró Nikol Pachinián ante decenas de miles de seguidores reunidos en la Plaza de la República, en el centro de Ereván. "Vamos a interrumpir nuestras acciones y a descansar", añadió.

"El 8 de mayo seremos 500.000 personas aquí y proclamaremos nuestra victoria" prometió el opositor, que pidió a los estudiantes a volver a las aulas.

Con el puño en alto, arropados en la bandera roja, azul y amarilla, decenas de miles de armenios bloquearon este miércoles numerosas calles de la capital. En Ereván, muchos comercios quedaron cerrados y se cortó la carretera hacia el aeropuerto. Los manifestantes habían paralizado el país para protestar contra la negativa este martes del Parlamento a elegir como nuevo primer ministro al opositor Nicol Pachinión.

"El primer ministro que teníamos era tan malo que nadie puede ser peor", cuenta Mariam Grigoryan, dueña de un restaurante en Ereván. "Estamos esperando que mejore la situación." La crisis arrancó a mitades de abril cuando el presidente Serzh Sarkisián intentó perpetuarse en el poder. Tras 10 años y dos mandatos como presidente, el Parlamento lo eligió para seguir como primer ministro. Para muchos armenios, en particular jóvenes, fue la gota que colmó el vaso.

"Hay una serie de familias que controlan todos los resortes del poder: el sector político y ecómico a través del Partido Republicano", explica Abel Riu, politólogo y expecialista de la zona post-soviética. "El aislamento regional de Armenia, debido a la confrontación que mantiene con su vecino oriental Azerbaiyán e históricamente con Turquía, hacen que las posibilidades de desarrollo del país sean complicadas. El desempleo es del 20%." 

Tras 10 días de masivas protestas, Sarkisián finalemente tiró la toalla y dimitió el 23 de abril. Desde entonces, su formación, el Partido Republicano, mayoritario en el Parlamento, ha ido ganando tiempo mientras el opositor Pachinián multiplicaba las demostraciones de fuerza en las calles. 

Los diputados tendrán una segunda ronda, el próximo 8 de mayo, para elegir un nuevo primer ministro. El miércoles por la noche, el opositor Pachinián aseguró que ya cuenta con el apoyo de todos los grupos parlamentarios y llamó a cesar las marchas. De fracasar nuevamente la elección del primer ministro, se tendrá que disolver la Asamblea y convocar elecciones legislativas.

Pronta en actuar frente a desordenes inoportunos en los antiguos países de la Unión Soviética, Rusia por ahora se mantiene a distancia: evoca "asuntos internos armenios", llama al diálogo y a la moderación.

El politólogo Abel Riu resalta que "a diferencia de otras revueltas en la última década en estos países, como por ejemplo Georgia en 2003 o Ucrania en 2004, donde existía un componente geopolítico, donde las protestas exigían una reorientación de la política hacia la Unión Europea o la OTAN, en Armenia esto no ocurre. Las reivindicaciones son de carácter interno". 

Pero Rusia se mantiene alerta, en caso de que "esto pueda derivar en un conflicto interno que pueda poner en riesgo sus conflictos en la zona."

 

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