Saltar al contenido principal
Enfoque Internacional

Argelia: “El calendario juega en contra de la Oposición”

Primera modificación:

Tras la renuncia de Buteflika a la presidencia, los opositores argelinos exigen este viernes en las calles “que se vayan todos”. Laurence Thiex, investigadora en sociedades árabes y musulmanas, estima que falta tiempo para que emerjan figuras populares nuevas y legítimas. “Las manifestaciones no se han traducido en un proyecto político que oriente la transición".

Argelinos celebran en las calles de la capital el fiin de la era Buteflika.
Argelinos celebran en las calles de la capital el fiin de la era Buteflika. REUTERS/Ramzi Boudina
Anuncios

La renuncia de Abdelazis Buteflika ha sido recuperada por las calles y por los generales. Para los manifestantes que desde el 22 de febrero exigían su dimisión se trata de una primera victoria en este incierto proceso de renovación política. Triunfo también en el prisma de los militares encabezado por el poderoso Jefe del Estado mayor, el general Ahmed Gaïd Salah, quien tras ser íntimo del presidente pasó a liderar la campaña para que renunciase.

Para Laurence Thiew, investigadora de sociedades árabes y musulmanas en la Universidad Castilla La Mancha, la dimisión de Buteflika es un primer logro de las manifestaciones ciudadanas sin las que los militares no le hubieran dado la espalda al presidente argelino y forzado su renuncia, luego de haberlo apoyado en el poder durante dos décadas e incluso durante los últimos síes años en los que a causa de un derrame cerebral fungió como un presidente fantasma.

Riesgo de reveses de alianzas

Entrevistada por Radio Francia Internacional, la especialista en política argelina afirma que la clave del rumbo que tome este proceso está en el papel que juegue la oposición, y esto incluye la presión del movimiento social, así como los militares y los servicios secretos. El artículo 102 de la Constitución del país prevé que cuando el Jefe del Estado fallece o dimite -como en este caso- es remplazado por el presidente de Consejo de la Nación por un máximo de 90 días, tiempo en el que se organizarán y convocarán a elecciones generales. Un calendario que juega en contra de la oposición, afirma Laurence Thiew : "falta tiempo para que emerjan figuras populares nuevas y legítimas porque por el momento hay manifestaciones, pero no se han traducido en un proyecto político que oriente la transición" .

"Cuando ya se veía venir la caída inminente de Buteflika, personas que estuvieron siempre al lado del poder empezaron, de repente, a ponerse del lado de los manifestantes"

La politóloga subraya con inquietud la desorganización, las divisiones y la fragilidad de la sociedad civil argelina, además advierte sobre los intentos de recuperación de parte de los partidos tradicionales del movimiento popular: "Cuando ya se veía venir la caída inminente de Buteflika, personas que estuvieron siempre al lado del poder empezaron, de repente, a ponerse del lado de los manifestantes. Seguramente habrá reveses de alianzas". Laurence Thiew destaca, sin embargo, la existencia de figuras que siempre han estado liderando la oposición aunque, tal vez, en esta coyuntura no alcancen a reunir todos los apoyos: "hay figuras políticas que son más presentables y legítimas que otras. Lo que es difícil, por el momento, es vislumbrar una alternativa política", concluye.

Caza de Brujas

Respecto a la manera cómo están procediendo el ejército y los servicios secretos, la experta señala también la existencia de luchas internas que en este momento cobran fuerza y son determinantes. "Se intenta mostrar al país un frente unido y coherente del ejército en contra del clan presidencial, pero eso no es tan cierto. "Hay sectores que, en los últimos años, han sido destituidos, militares forzados a la dimisión-pasando por el mismo Jefe de los Servicios de inteligencia-, algunos acusados de corrupción y esas figuras esta ahí buscando apoyo en el clan presidencial para reaparecer".

La caída del Buteflika se da en medio de una "guerra de trincheras" entre el clan del ejército y el clan presidencial. Símbolo de esta guerra fratricida es la detención a comienzos de esta semana de Ali Haddad, patrón del principal grupo de construcción del país, allegado al presidente y a su hermano Said y quien, tras renucniar a su empresa, intentaba huir hacia Túnez. Orden también de cualquier movimiento en los aeropuertos del país de aviones privados argelinos para impedir que hombres de negocios o políticos susceptibles de ser investigados, abandonen el territorio. Laurence Thiew ve detrás de estas medidas una posible "caza de brujas": "esos oligarcas que durante los últimos años se han beneficiado del clan Buteflika, con contratos millonarios, están ahora en la mira del Ejército que quiere dar muestras de que las cosas están cambiando en Argelia. Pero no hay que olvidar que muchas veces la lucha contra la corrupción se ha utilizado en el país como un instrumento político para eliminar al clan adversario y no como una verdadera lucha frontal contra la corrupción".

Boletín de noticiasNoticias internacionales esenciales todas las mañanas

Siga toda la actualidad internacional descargando la aplicación RFI

Ver los episodios restantes
Página no encontrada

El contenido que solicitó no existe o ya no está disponible.