El pulso entre facciones retrasa la formación del gobierno de Trump

A nueve semanas del cambio de mando, se registran duros enfrentamientos internos en puestos clave para ocupar las principales carteras del gabinete de Donald Trump. El ex alcalde Rudy Giuliani se perfila para dirigir la diplomacia norteamericana.

Desde la Trump Tower, Donald Trump recibe y consulta para formar su equipo de gobierno. Aquí, el vicepresidente Mike Pence el 15 de noviembre de 2016. REUTERS/Carlo Allegri

Por Xavier Vila, desde Washington para Radio Francia Internacional

Las al menos dos facciones que integran el equipo de transición de Donald Trump luchan por imponer sus cuotas de poder y dificultan así el enorme reto de armar una nueva administración.

Las tensiones internas han provocado la renuncia del congresista Mike Rogers, llamado a ser una voz fundamental en materia de seguridad nacional.

Rogers habría abandonado ante el pulso, promovido por el mismo Trump, que mantienen Reince Priebus, miembro del aparto del partido republicano, y el estratega en jefe asignado a dedo, Steve Bannon, acusado de racista y antisemita por su trabajo en el portal de internet Breibart.

“Trump está tratando de calmar las aguas. Y probablemente es que lo que debería hacer, porque llegados a este punto las cosas parecen estar saliéndose fuera de control”, sostiene Larry Sabato, analista político de la Universidad de Virginia.

Esta situación podría retrasar el nombramiento de las carteras ministeriales. En este sentido, el ex alcalde de Nueva York, Rudy Giuliani, aún aspira a ocupar el cargo de jefe de la diplomacia norteamericana a pesar del conflicto de interés que emanaría del trabajo privado que hizo para gobierno extranjeros como es el caso del de Catar.