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Pekí, contaminación

Pekín empieza el año bajo un manto de contaminación

Pekín comenzó el 2017 envuelto por una espesa niebla tóxica, con una concentración de partículas nocivas 20 veces superior a las normas internacionales, sumando así un nuevo episodio de contaminación. La capital china estaba cubierta por una densa bruma grisácea, que limitaba la visibilidad a pocos cientos de metros.

Los pekineses ya no salen de casa sin máscara.
Los pekineses ya no salen de casa sin máscara. Foto: Reuters
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La concentración de partículas de 2,5 micrones de diámetro (PM 2,5) --que penetran profundamente en los pulmones-- superó el domingo por la mañana los 500 microgramos por m3, según los registros de la embajada de Estados Unidos.

Se trata de un nivel muy superior a los 25 microgramos por m3 durante una exposición de 24 horas aconsejados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Contaminación atmosférica debida principalmente a la combustión de carbón utilizado para la calefacción y la producción de electricidad, cuya demanda aumenta durante el invierno.

Desde el pasado jueves, la capital está en "alerta naranja" por contaminación, un nivel que implica medidas como la prohibición de la circulación de los vehículos más contaminantes y la reducción de la actividad de algunas fábricas.

Entre el 16 y el 21 de diciembre Pekín --como cerca de otras 30 grandes ciudades en el norte de China-- estuvo durante seis días en "alerta roja", el máximo nivel.
Este nivel, que se activa cuando un episodio grave de contaminación puede durar más de 72 horas, implica el cierre de las escuelas, el cese de la producción industrial, la circulación de forma alternada e incluso la interrupción de las obras de construcción.
 

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