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Salud y bienestar

El embarazo modifica el cerebro de la mujer

Primera modificación:

El cerebro se modifica durante el embarazo de la mujer. Al parecer, para profundizar el vínculo entre la madre y su bebé. Un estudio llevado a cabo en Barcelona observa que la materia gris de las mujeres embarazadas se reduce en algunas áreas del cerebro. Esto, para optimizar ciertas funciones, como la empatía.

Los investigadores creen que las modificaciones en el cerebro sirven para que la madre conozca eficientemente las necesidades de su bebé.
Los investigadores creen que las modificaciones en el cerebro sirven para que la madre conozca eficientemente las necesidades de su bebé. iStock
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Se sabe que el embarazo provoca cambios importantes en el cuerpo de una mujer, tan importantes que llega a modificar la estructura del cerebro. Un estudio llevado a cabo en Barcelona muestra por primera vez que la materia gris de las mujeres embarazadas se reduce en algunas áreas del cerebro. Un estudio que sorprendió a los propios investigadores y que se publicó en la revista Nature Neuroscience.

Investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona y del Instituto de Investigación Hospital del Mar (IMIM), en colaboración con las clínicas de fertilidad IVI, han estudiado a 25 mujeres, llevando a cabo una resonancia magnética en el cerebro antes de quedarse embarazadas y después de tener a su bebé.

Así también se escaneó la cabeza de los futuros padres. Como grupo de control, también se tomaron imágenes de los cerebros de una veintena de mujeres y otro tanto de hombres que no habían tenido hijos.

El hecho de perder materia gris, lejos de afectar la capacidad cerebral, refuerza ciertas funciones: es una especie de "poda" en las conexiones neuronales con el objetivo de optimizar el vínculo entre la madre y su bebé. 

Plasticidad inherente a la maternidad

En realidad, el cerebro es un órgano que tiene una plasticidad, se han hecho estudios que constatan que durante la adolescencia el cerebro se modifica de manera importante. Pero es la primera vez que se observa una plasticidad inherente a la maternidad.

Este estudio fue llevado a cabo durante cinco años y cuatro meses y como anécdota, algunas de las investigadoras se embarazaron por primera vez también en dicho lapso de investigación.  
 

De izquierda a derecha los investigadores Erika Barba, Susanna Carmona y Òscar Vilarroya. En la foto impresa, Susanna Carmona, Erika Barba y Elseline Hoekzema.
De izquierda a derecha los investigadores Erika Barba, Susanna Carmona y Òscar Vilarroya. En la foto impresa, Susanna Carmona, Erika Barba y Elseline Hoekzema. IMIM

Un cambio a largo plazo

Ahora se puede afirmar que la venida de un hijo cambia de manera literal la vida de una mujer, modificando incluso la estructura de su cerebro. Un cambio que perdura por mucho tiempo, ya que dos años después del parto, se hicieron resonancias magnéticas en las mismas mujeres y los cambios registrados en el cerebro seguían allí.  

Entrevistadas: la ginecóloga Cristina Pozzobon de las clínicas IVI de Barcelona, y Erika Barba Müller, doctora en Neurociencias y psicóloga clínica de la Universidad Autónoma de Barcelona (entrevista de Hugo Passarello).

 

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