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Salud y bienestar

Ojo con las etiquetas engañosas de los alimentos

Primera modificación:

El etiquetado en primera plana en los envases de los alimentos puede ser engañoso e inducir al consumidor en error. Apelaciones como "light", "alto en fibra" o "sin azúcares añadidos" suelen ser ganchos publicitarios desprovistos de un verdadero valor alimenticio. Expertos en nutrición alertan sobre este hecho.

Para comprobar el valor nutricional de un alimento envasado lo más importante es verificar sus ingredientes y en qué orden están enlistados.
Para comprobar el valor nutricional de un alimento envasado lo más importante es verificar sus ingredientes y en qué orden están enlistados. © Shutterstock / eldar nurkovic
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¿Tiene la costumbre de ver las etiquetas de los alimentos? ¿sabe descifrarlas? ¿o se deja llevar por algunas inscripciones que ponen las marcas como "rico en fibras" o "sin azúcares añadidos"?

Falsas expectativas

La publicidad y marketing actuales pueden dar falsas expectativas en algunos productos alimenticios a nivel nutricional. El consumidor puede confundirse y elegir un producto creyendo que es sano cuando en realidad no lo es tanto. Expertos en nutrición buscan alertar sobre esta problemática que concierne la publicidad opaca y el etiquetado engañoso.

Un ejemplo pueden ser los llamados productos “light” ya sea ligeros en azúcar o en grasa, pero que al consumir más, a la larga pueden elevar el riesgo de ganar peso.

Otros productos etiquetados de manera engañosa son aquellos que tienen el término de "sin azúcares añadidos", como las mermeladas de frutas. Pero esto no quiere decir que estos productos no tengan azúcar al origen de su fabricación, en el caso de las mermeladas, las frutas, de manera natural, tienen azúcar.

Los falsos alimentos integrales

Otro gancho comúnmente usado es el de "fuente de fibra" o "alto en fibra". Pero estos alimentos no necesariamente son alimentos integrales. Si un producto aporta 3 gramos de fibra ya puede ser anunciado como “fuente de fibra” y si supera los 6 gramos como “alto contenido en fibra”. Sin embargo, esto no garantiza que el producto sea integral, ya que se le puede haber añadido posteriormente la fibra en forma de salvado.

Para que sea un producto realmente integral tiene que ser elaborado a partir de harina integral. Esto se puede confirmar leyendo la lista de ingredientes.

Para no dejarse llevar por falsas promesas, lo importante es tener la costumbre de ver la letra chiquita, esto es, la lista de ingredientes y saberla descifrar, sabiendo que siempre se presenta de manera decreciente, es decir, el primer ingrediente mencionado es el más importante en cantidad.

Entrevistada: Estefanía Ramo, nutricionista del Instituto Médico Europeo de la Obesidad.

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