Las técnicas no farmacológicas (TNF) toman cada vez más relieve en el campo del Alzheimer. Técnicas tanto para los enfermos como para sus cuidadores. Estimulación cognitiva, evocar recuerdos del pasado, proponer un entorno espacial agradable, método Montessori aplicado a este contexto, son muchas las técnicas que si bien no detienen la evolución de esta enfermedad neurodegenerativa, sí ayuda en el día con día.
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Cada vez más las técnicas no farmacológicas toman más importancia en el campo de la enfermedad del Alzheimer.
Actualmente, no existe ningún tratamiento contra esta enfermedad neurodegenerativa y los medicamentos actuales no han resultado ser muy eficaces, por el contrario, provocan muchos efectos secundarios.
Pero en los últimos años se ha desarrollado una serie de técnicas no farmacológicas, o TNF por sus siglas, que aportan ayuda tanto a los pacientes que padecen esta enfermedad como a los cuidadores para enfrentar mejor esta enfermedad.
Técnicas no farmacológicas personalizadas
El doctor Thierry Bautrant, médico psiquiatra y director de un asilo de ancianos en Marsella, ha publicado dos libros sobre las técnicas no farmacológicas personalizadas. Para él, la enfermedad de Alzheimer conlleva varios trastornos de comportamiento a los que se enfrentan los cuidadores: “Es fundamental poder reconocer el trastorno de comportamiento que sufre el enfermo, generalmente, cuando se evoca el Alzheimer, se piensa en un trastorno de la memoria, pero también hay otros trastornos de comportamiento, como la ansiedad, la depresión, la agresividad o la agitación. Otro trastorno común es la oposición a recibir los cuidados básicos como la limpieza corporal, la deambulación, incluso la fuga. Todos estos trastornos agotan a los cuidadores. De ahí la importancia de estas que permiten enfrentar mejor estos trastornos de comportamiento.”
El doctor Thierry Bautrant da algunos ejemplos de estas técnicas:“Entre las más utilizadas está la técnica de reminiscencia, que utiliza los recuerdos de la persona, a través de la evocación de su pasado se logra conectar con el paciente, esta evocación estimula la memoria del enfermo y ayuda a disminuir la ansiedad. Otra técnica es la terapia de orientación, adaptar el entorno físico del paciente, a veces un pequeño detalle es suficiente, como la luz de su cuarto, o modificar la posición de los muebles. También está la técnica de Montessori, la cual evita poner al paciente en una situación de fracaso, por el contrario, se le proponen actividades relacionadas con las capacidades reales del paciente, de este modo, el paciente puede llevarlas a cabo y se siente realizado. Lo más importante es que se trata de técnicas personalizadas y a la vez técnicas que buscan dar un buen trato a los enfermos de Alzheimer.”
Entrevistados: Javier Olazarán jefe de la unidad de trastornos de memoria de HM hospitales (Madrid), David Pérez Martínez, jefe del servicio de neurología del hospital 12 de octubre (Madrid) y Thierry Bautrant, médico psiquiatra y autor de dos libros sobre las técnicas no farmacológicas personalizadas.
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